Almas Enlazadas | #1 | Juliet

Capítulo 30

Mi madre estaba demasiado nerviosa y activa. Como hija, entiendo perfectamente sus nervios e inquietudes, pero mi paciencia esta disminuyendo y mi cansancio hacia ella aumenta. Al llegar a casa, que será en unas cuantas horas, dormiré todo un día, ya que tendré paz cuando ella se vaya a su luna de miel. Aunque, creo que todos debemos dormir y descansar de mi madre y de Richard.

Algo me llamaba la atención de mi madre, suspiraba cada 3 minutos aproximadamente mientras estaba siendo peinada por Lucas, un talentoso maquillador y también, conocido por sus delicados y hermosos peinados. Cuando este termina de peinarla y se va en busca de su maletin de maquillaje, aprovecho para hablar con ella.

-¿Qué te sucede?-digo al mismo tiempo que me siento en un sillon que se encontraba para las damas de honor.

-Nada, ¿Por qué lo dices?-Mi madre me miraba dudosa.

-Tal vez porque estas dudando, o porque suspiras cada 3 minutos mamá-Su mirada cambió a una de tristeza

-Esto me recuerda cuando me casé con tu padre, y no me arrepiento de esto, claro que no-Dejó de mirarme y solo se veia en el espejo-Solo son los recuerdos, pero estoy feliz-

-Debes estarlo-Me acercó a ella, reposando mis manos en sus hombros-Papá nunca hubiera aceptado que te quedaras estancada e inflez-

Mi madre apoya su mano sobre mi mano derecha, y me mira a travez del espejo con una sonrisa.

-Me alegra que estes aquí, me hace sentir que también estoy acompañada por él-

-Lo se, siento lo mismo cuando estas conmigo-Digo sonriendo- Pero ya basta, hay que sonreir y pausar un momento estos recuerdos; ¿Okay?-

-Esta bien-

-A ver linda, la verdad es que no necesito hacerte mucho con esa belleza natural que tiene-Lucas con su gran maletin, y un andar de modelo, invade la habitación para terminar de preparar a mi madre.

Mientras tanto, una asistente de Lucas, me lleva hacia otro lado de la habitación para prepararme. Mi madre solo me eligió a mi como su dama de honor, al igual que Malcom de su padre; mientras que Sam llevaría los anillos. No es una enorme boda, amigos de mi madre y de Richard, familia, Lily, supongo que hay amigos de Malcom y Stephany.
Sera un gran día.

Unas horas después, mi madre ya estaba en su vestido blanco lindo pero básico, con su básico maquillaje y delicado peinado. Su vestido constaba de encaje es la parte superior y capas de tul, dejando un hermiso vestido; lo amaba. Y yo estaba en mi vestido rosa pastel, totalmente delicado, mi cabello suelo y con hermosos rulos. Lucas me habia peinado con una pequeña corona de flores enredada con mi cabello, y apenas me puso maquillaje. Realmente nunca me habia visto asi de linda. Estaba feliz.

Luego de sacarnos algunas fotos, habia llegado el momento. Mi madre entraría con Richard, ya que decidieron entrar juntos de la mano, luego de Sam y de mi. Malcom esperaria en el altar ya que no quería entrar de esa forma; idiota.

Las puertas se abren, dando señal de que hay que comenzar. Sam, con un cojin rojo donde se encontraban los anillos, camino lentamente como le dijimos al ritmo de la música, todos comenzaron a ponerse de pie y a sonreir al ver a Sam tan tierno con un pequeño traje. Luego era mi turno, pero alguien me tomo de la mano, enroscandola en su brazo.

-¿Qué haces?-Realmente estaba sorprendida.

-Te llevo al altar, vamos- Malcom habia aparecido junto a mi y caminaría junto hasta el altar.

Sin poder decir alguna palabra, comenzamos a caminar al mismo ritmo en que lo hacia Sam, y detrás caminaba mi madre junto a Richard. Ya en el altar, Malcom besa mi mano para luego alejarse y tomar su lugar.

Las acciones impredecibles de Malcom, me recordó lo que había pasado ayer.

La noche anterior

Al ver que no decía absolutamente nada, solo lo mire unos segundos, decidí irme hacia la puerta, ya no tenia más nada que decir y hacer. Iba a tomar el picaporte cuando su mano me tomo del brazo, al jalarlo me pego a él con su otra mano en la cintura y apoyar sus labios en los mios.

El beso fue largo o almenos eso creo yo, como también no tengo idea en que momento ambas manos estaban en mi cintura y las mias rodeando su cuello. Me encantaba esto, realmente.

Cuando el beso termino, solo pegamos nuestras frentes, pero no nos separamos.

-Realmente no se que decir, pero tampoco quiero que pienses que no eres especial para mi y que no quiero que esto funcione- Por alguna razón, podía creer en lo que decía- Pero tengo que pensar, por eso me alejo de ti y lo único que logro es necesitarte más-

"Necesitarte más". Mierda.

Actualidad

Luego de ese recuerdo, escuche la misa atentamente y observaba las miradas de mi madre y de Richard, realmente estaban felices y nerviosos. Me gustaba verlos así. Me hacía sentir bien.

A la hora de los anillos, mi madre y Richard fueron nombrados marido y mujer; fundiendose en un beso. Detrás de esta imágen, Malcom me estaba observando, tierna y tristemente. ¿Eso es posible?

Todos comenzaron a aplaudir y a gritar a los recien casados, mientras que se dirigía hacia la salida. Al bajar del altar, Malcom se adelanta y me ofrece su mano para bajar, la cual tomo por solo unos segundos.

-Ya hablamos ayer Malcom, lo siento- Antes de su respuesta, me adelanto rápidamente hacia fuera para poder felicitar a la pareja.

La noche anterior

-Te lo hare más facil Malcom, deja de pensar; porque si tienes que pensarlo, es porque no estas seguro y no quiero eso- Mis propias palabras me dolían, pero era la verdad. ¿Qué debe pensar?¿En que somos hermanastros? Ni siquiera somos de la misma sangre por dios. No quiero seguir pensando en esto.

Al ver su cara de sorpresa y de desesperación, me apuré a salir de ahi y encerrarme en mi habitación bajo llave. Necesitaba estar sola.

Lo siento Malcom, pero yo no soy tu futuro.