Viejos amigos.

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Se acercaba a mi, y de nuevo mis pies no se querían mover. ¡Vaya! Gracias. ¿Se noto mucho el sarcasmo? ¡Madre santa! Ya esta a un metro mío. De pronto llega y se me para en frente.

-Golpeas demasiado bien.-me dice con una sonrisa estúpida.

-Me crié con 4 hermanos mayores ¿me tenia que defender no?.-le dije cortante.

-¿Porque no eres como las demás chicas?-me pregunta.

-¿Como las demás chicas? Osea ¿una p*ta regalada?-le pregunte irónica. El asintió levemente.- Veras, a mi no me importa la superficialidad. Si me veo a si es porque me arreglo para mi. No necesito que hombres me tengan a sus pies. Ni que los hombres estén a los míos. Ah y si no te importa, ya me voy.-le dije y me voltee para irme.

-No, no. Tu te vienes conmigo.-me dice tomándome del brazo. ¿Así o mas aventado?

-¿Discúlpame?-le pregunte desorientada y ofendida.

De pronto me jala hacia el y me carga poniéndome en su hombro. ¡¿Que?!

-¡Bajame!-le grite. El tenia una sonrisa burlona y comenzó a caminar hacia su auto.

¡¿Que cojones hago?! Me tenia atrapada. Trataba de zafarme pero evidentemente tenia mas fuerza que yo. Pataleaba y le pegaba. No le hacia absolutamente nada. De repente llegamos a su auto, abre la puerta del copiloto y a como puede me mete.

Yo comienzo a patalear pero es en vano. El me pone el seguro para niños y me sonríe.

¡Maldito hijo de p*ta! El rodeo el auto y se subió aun con su sonrisa.

-Definitivamente sabes golpear.-me dice.

-¿Sabes algo? Cállate. ¿Para que me quieres aquí? ¿Porque no me dejas en paz?-le pregunte.

-Porque es evidente que me atraes.-me dice guiñando me un ojo. Estup*do.

-Solo déjame decirte que no me tendrás en tu cama, porque yo ¡no soy como las demás!-le dije.

-Eso lo veremos luego.-susurra. Pero fue audible como para yo escucharlo. Bufe y el río.

Comenzó a conducir. No tenia ni idea de a donde me lleva.

-Al menos ¿me puedes decir a donde me llevas?-le pregunte.

-Iremos a mi casa, y después a comer.-me dice. ¿Porque me quiere llevar a su casa?

-Nunca. Ni en tus sueños mas salvajes.-le dije, el río.

Siguió andando hasta que nos paramos en una casa muy bella. Tenia jardín en frente muy hermoso. Era de color beige. El bajo y rodeo el auto. Llega hacia mi y abre la puerta. Pero antes de bajarme, el me detiene.

-Esta mi mama en casa. Si le llegas a decir que te traje aquí a la fuerza tardare mas en dejarte en tu casa. En cambio, si te comportas como si fueras una amiga mía no tardaremos en llegar a tu casa.-me dice, yo asiento levemente.

¿Claire pero que te pasa? ¿Obedeciendo a un novato? Decía mi lado malo.

No pasa nada. Se ve que es buen chico. Ademas si te comportas nos dejara en casa mas rápido. Decía el bueno.

En mi cabeza se desato un lío.

Bajamos y entramos a su casa. De pronto sale de la cocina una mujer. Llega y abraza a Alex. ¿Así se llamaba no?

-¿Como te fue en tu primer día amor?-le pregunta emocionada.

-Muy bien mama. Mas que bien...-me mira. Yo lo fulmine con la mirada.

-¿Quien es ella?-pregunta la señora amablemente.

-Se llama Claire. Es una nueva amiga.-dice Alex.

-Mucho gusto, soy madre de Alex. Me llamo Clara.-me dice muy amable dándome un beso en la mejilla. Yo le sonreí.

-Claire Jackson.-le sonreí.

La señora era amable. ¿Porque su hijo no? De pronto baja un chico. Tenia rizos y venia vestido con una camisa de tirantes. Tenia varios tatuajes, era sexy, demasiado.

-¿Ya esta la comida?-pregunta cortante a Clara, su madre.

-Ya casi, mi niño.-le contesta sonriendo.

Y la señora sale del recibidor y se va a la cocina.

-¿Quien eres tu?-pregunta.

-Se llama Claire, es una nueva amiga.-contesta Alex.-Claire, mi hermano mayor Edward.-

El se acerca a mi y me susurra en el oído.

-No dejes que te lleve a la cama.-me dice.

-Eso intento, gracias.-le conteste.

Se alejo de mi y me guiño un ojo. Después se fue a la cocina.

-¿Te digo un secreto?-me pregunta Alex. Yo lo mire y arquee una ceja.-Te conozco desde que tienes 10 años.-me dice.

Yo me quedo sorprendida ¡¿Desde los 10 años?!

-¿Como?-apenas y pude hablar.

El río.

-Si. Ibamos en primaria cuando me conociste. Tu eras muy hermosa, me gustabas. Pero creo que tu a mi no. Les decía a todos del salón que tu eras mi novia, por eso nadie se te acercaba. ¿Recuerdas que ambos éramos los mas rudos? Eramos los mejores amigos. Tu te cambiaste de primaria y me dejaste solo.-me dice tímido. ¿ enserio?

Lo recuerdo. Recuerdo que tenia un amigo en la primaria llamo Alex. Pero nunca me imagine que era el. ¿Enserio?

-Por eso. Ahora que somos mas mayores. Y ya te encontré...-se acercaba a mi.

De nuevo lo hacia. Hacia que me sintiera vulnerable, débil. Se acercaba cada vez a mi. De pronto me besa. Por un momento lo seguí, pero recordé que era un pervertido. Así que le di otra bofetada. Escuche una risa que provenía de otro lado. Alex y yo nos giramos a ver y era Edward. El hermano mayor de Alex.

-¡Vaya! Hasta que por fin una chica se niega a ti Alex.-dice aplaudiendo.

-Edward, cállate.-le dice Alex.

-Es que es la verdad. Lo hiciste bien Claire. Lo tenia bien merecido.-me dice sonriendo.

-Gracias.-le dije.-No soy una regalada.-

-Vámonos ya.-me dice Alex tomándome de la mano llevándome a la salida.

-Hasta luego, Claire.-se despide Edward.

-Adiós, Edward.-respondo yo. Y salimos de la casa.

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Con mucho amor y cariño

Key Alejandra.

May the odds be ever in your favor.

Miradas que matanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora