La boda.

534 21 0
                                    

Ya que habíamos regresado del centro comercial Arantxa y yo, con nuestros vestidos llegamos a casa. Nos bajamos del auto y pude distinguir a Alex y a Rick, que estaban en el jardín "podando el césped", y es entre comillas porque no hacían nada. Rick en cuanto nos vio se acerco a nosotras con una sonrisa. Abrazo a Arantxa y me sonrió.

-¿Compraron los vestidos?-nos pregunta. Arantxa asintió energéticamente. 

-Si, Arantxa estaba indecisa, pero después de todo se dividió por un vestido hermoso.-dije mirándola divertida. Ella se sonrojo.

-No le des pistas a Rick, Claire. Es de mala suerte, ya sabes...-me dijo Arantxa riendo un poco.

-Que groseras.-dice Rick haciéndose el ofendido, nosotras reímos. De pronto se nos acerca Alex sonriendo.

-¿Se puede saber de que hablan?-pregunta.

-Sobre el vestido de mi prometida, Alex.-dice Rick mirando a Arantxa mientras sonreía. Como toda mirada de un chico enamorado-. Por cierto, Claire, tu amigo Alex es pésimo podando césped.

-Creo que no es el único.-le dije divertida. Todos reímos.

-Bueno, Claire, Alex, nos disculparan, pero tengo que hablar con mi futura esposa a solas.-dice Rick sonriendo. Nosotros asentimos. Y por nosotros, me refiero a Alex y yo. Porque Arantxa estaba roja como tomate.

Ellos se alejaron y Alex se quedo mirándome fijamente.

-¿Porque me miras así?-le pregunte.

-Por que te vez hermosa riendo.-me responde. Yo reí.

-Si, claro. ¿No quieres entrar a casa?-le dije riendo.

-Me quisiera quedar toda la tarde aquí afuera contigo.-dice tomándome de la cintura.

-Estas loco.-le dije mientras lo soltaba y comenzaba a caminar para dirigirme a dentro de casa.

-¡Loco por ti!-me grita.

-¡Alex!

El rió.

Entre a casa riendo, y Alex entro después de mi. Fui a la cocina por un vaso de agua, y Alex me siguió. Me le quede viendo irónica.

-¿Que pasa?-me pregunta.

-¿Porque me sigues?-le pregunte yo.

-Porque estoy aburrido.-dijo sonriéndome divertido.

-No puede ser.-dije tapando me el rostro con una mano. 

-¿Que? Es la verdad, me aburro aquí.-me dijo haciendo un puchero-. Necesito divertirme, así que...

-¿Así que...?

-¿Quiere esta bella dama salir con este caballero a dar un paseo por esta hermosa ciudad?-me pregunta poniéndose de rodillas.

-Iría contigo si dejas de ser tan caballeroso.-le dije cruzando me de brazos.

-¿No te gusta que lo sea? Creí que a las chicas les gustaba eso.-dice confundido mientras se levantaba.

-Me pone nerviosa.-le dije. Le sonreí y salí de la cocina. Apostaría que se quedo muy confundido.

...

Ya era 20 de Diciembre. Día de la boda. Día en el que mi hermano se casaría. Día en el que mi hermano se iría de casa, para tener la propia suya. Me sentía tan nerviosa como en el día que les dije a mis padres que me quería ir a otra ciudad a estudiar. ¿Nerviosa? ¿Porque? Yo no me casare. Quien se casa es mi hermano, pero aun así, me siento nerviosa.

Miradas que matanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora