Eterna como Vietnam.

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La canción que hablaba de ti ya me suena monótona en ella no quedan rastros de mi loba. No logré sacarte de mi cabeza a tiempo por eso en mí dejaste una secuela eterna como la guerra de Vietnam, lo nuestro fue algo así como odio a primera vista.

Frente a tus lágrimas de cocodrilo derrame lágrimas de poesía que se camuflan en una amarga y congelada cascada no te engañes tu ya no eres persona estas tan podrida como la política española.

El delirio consume mi alma y me aleja de mis ganas de quemar tu recuerdo en la hoguera en la también intento deshacerme de mis miedos, mis ojeras, las horas malgastadas contigo, las alas quemadas de Ícaro, los cadáveres inertes de Cupido y Afrodita, el corazón de Cronos, tus fotos, tus cartas, tu falsedad y aquel pequeño corazón azul con púrpurina que te regalé en nuestra primera cita.

Ya no estoy a tu lado pero si desolado una vez más seré un ángel de la guarda esposado tirado en medio de la gélida Siberia con el bolígrafo negro resalto la frase donde vuelvo a repetir que soy alérgico al vivir más que un suicida.
El faro de Alejandría no me guía en este océano de asfalto y tinta me perdiste como una lágrima en la lluvia no soy un Fénix despues del último incendio resurgir de mis cenizas pero con quemaduras de primer grado ya no vivo en busca de tu sombra.

En el desván de la torre de Babel me encontré con Perséfone que me habló de naturaleza pero al no saber de idiomas no supe que su nombre me profetizaba la muerte y nada lo evitaría porque no existe guardian entre el centeno de mis pesadillas.

Estar tan perdido como lo estoy yo en la estela de tu sonrisa es como llorar. Llorar en sueños. Llorar. Llorar por versos tristes. Llorar leyendo a Marwan y Neruda. Llorar hasta soñando. Llorar viendo la puerta cerrada de tu casa y yo sentado a un lado callado esperando a que vuelvas con los nudillos morados y la paz apagada.

Hiroshima((poemas))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora