COFFEE. |Martin Garrix|

||C H A P T E R 18||

CAPÍTULO 18 | Maratón 1/x

"¿Eres feliz?"

Martijn Garritsen

Qué... Extraña sensación... Hacía mucho tiempo que no experimentaba algo así y me tenía preocupado.

Desde la charla con Min había hecho ya unos cuantos shows en Las Vegas, esa noche era la última e iba a intentar darlo todo. Y digo intentar porque según todos los de mi alrededor no estaba rindiendo como de costumbre. Aún no había tenido la oportunidad de contarle a Julian todo lo que había pasado, aunque por lo bien que me conocía suponía que se olía algo.

Estaba construyéndose la canción y estaba preparado para mezclar el subidón con el drop de otra en la mesa de mezclas, con mis cascos puestos escuchando el mejor momento para hacerlo, cuando de repente la música se paró. Me quité los auriculares para confirmar que había sido verdad. Oh mierda.

—Lo siento chicos, la cagué. —me disculpé ganándome un par de vitoreos y risas del público mostrándome su apoyo y sonreí un poco ante su calidez. 

Podía sentir la mirada reprobatoria de Watse detrás de mí y la mirada interrogatoria de mi otro manager, Aubrey, quien me ayudó un poco a recomponer los errores en la mesa.

Puse otra canción completamente distinta y el show continuó, aunque mi cabeza seguía repleta de opiniones diferentes y ralladas mentales que me jugarían seguramente otra mala pasada como esta. 

—Martijn ¿me estás escuchando? —la voz irritada de Watse me sacó de mis pensamientos.

Estábamos en el estudio, le estaba poniendo una nueva canción que haría pública en muy poco tiempo.

—No, lo siento, ¿qué decías? —murmuré dejando de mirar al punto fijo en la nada en el que estaba perdido.

Me miró haciendo una mueca con la boca.

—Decía que tienes que tener cuidado con que la filtren, de todas formas el equipo está haciendo un gran trabajo en cuanto a eso. —contestó sentándose a mi lado y poniéndome una mano en el hombro. —Martijn estás tan despistado últimamente... ¿Qué ocurre? —siguió mirándome con una mirada de preocupación.

Justo venía el subidón de la canción y para evitar la pregunta me puse a bailar haciendo cosas raras, a lo que él río y negó con la cabeza pero mantenía su mirada. Suspiré.

—Es que perdí el otro día una partida del MarioKart y sabes lo mal perdedor que soy...

—Martijn. —expresó con un rostro de pesadez.

—Bueno... —resoplé y me acomodé en la silla, estuve en silencio un rato buscando las palabras adecuadas para revelarle todo. —Mientras estábamos en Amsterdam digamos que Min y yo estrechamos lazos... —hablé al fin, él me miraba confuso sin entender la situación. —Nos besamos, múltiples veces. —sonreí para mis adentros al recordar todas sus caricias pero casi al instante desapareció. Observé su mirada y tenía las cejas levantadas y una sonrisa medio ladina. 

—¿Y por eso estás tan distraído? —preguntó de nuevo y yo hice una mueca.

—Más o menos... ¿Recuerdas la afterparty? 

—Oh... —soltó mientras me miraba apenado asintiendo con la cabeza, ya lo había comprendido. Yo hice un movimiento rápido con la mía y volví a centrarme en la canción. —Entonces... ¿Has hablado con ella?

—Sí, ese es el problema... —suspiré y me levanté de mi asiento dirigiéndome al pasillo para apoyarme contra la pared, Watse me siguió y me imitó. —Propuso que fuéramos únicamente amigos y me sentí horrible cuando oí su voz y... En fin, ahora las cosas vuelven a ser como antes, creo. No estoy muy seguro la verdad. Va a ser algo raro cuando la vuelva a ver... Y... No sé cómo voy a soportarlo porque me pasan cosas muy, muy jodidas con ella que no entiendo.