COFFEE. |Martin Garrix|

||C H A P T E R 1||

CAPÍTULO 1

"Café"

Minerva Owen

Aún no podía creer que estuviera en Ibiza. Era maravilloso todo. Tan bonito que hasta perecía un sueño.

Mi madre había trabajado como una maldita esclava durante las vacaciones de navidad y las de pascua para conseguir un dinero extra que nos permitiría hacer este viaje. Y estábamos ahí. Allí y entonces. 

Nos hospedábamos en casa de una prima suya que se pasaba gran parte del día fuera de casa y solo iba a dormir o ni eso, así que era como si nos hubiera alquilado su casa pero gratis.

Nos quedaríamos una semana y un poco más en Ibiza y era nuestro segundo día. Por el día hacíamos turismo por la ciudad y algunas compras, el día anterior nos fuimos a casa pronto porque estábamos muertas, pero ese día íbamos a cenar en un restaurante conocido y bastante "importante".

Estábamos sentadas mirando la carta, a mí se me salían los ojos de las órbitas mirando los precios de las comidas del lugar, alternaba la mirada constantemente con mi madre y los precios asustada. Ella solamente reía ante mis reacciones. En la mesa nos habían dejado agua en una botella de cristal muy mona para mí y vino de la casa que tenía pinta de carísimo para mi madre. 

Al final me decidí por algo asequible y que a todos gustaban. Un plato de pasta. 

Una vez terminamos el primer plato trajeron rápidamente el segundo. El servicio, como era de esperarse, era excepcional.

—Voy al baño mamá. —me levanté de la silla dejando la servilleta de tela que tenía encima de mi regazo en la mesa y me dirigí al lavabo.

Simplemente quería ir (a parte de para hacer pipí) para mirar los comentarios de la gente en Twitter acerca del show que estaban celebrando allí en aquel momento en la ciudad, Ushuaïa Multiply. Tenía mucha envidia. Quería haber ido, pero había decidido que por el esfuerzo que había hecho mi madre simplemente trayéndome aquí era suficiente. No quería forzarla más. Además que tampoco cumplía la mayoría de edad para ir sola, ya que tenía diecisiete años.

Leí que Martin Garrix había acabado su set hacía una media hora y a continuación iría Oliver Heldens. Adoraba a esos dos Dj's, 4real. 

Salí del baño y volví a la mesa. Mamá había acabado con su plato y con el postre, así que decidimos que era hora de pagar e irnos. No quería ni ver la cuenta que tenía entre las manos. Ella sonreía pero estaba segura de que se había dejado medio riñón en la cena.

Pagamos y el joven camarero nos despidió con mucha alegría y simpatía.

Nos dirigíamos a la puerta, o lo intentábamos, entre todo el barullo de gente, porque cada dos por tres entraban y salían personas de aquel restaurante. Era una locura.

Por fin pudimos abrirnos paso entre empujones y al abrir la puerta para salir del local algo ARDIENDO chocó contra mi pecho, contra el vestido que me había comprado ayer mi madre y que pronto empezaría a transparentarse por el líquido.

—¡Oh, mierda, mi café! —la voz de un hombre retumbó en mis oídos. Yo estaba paralizada sin moverme porque estaba quemándome exterior e internamente. 

—¿Qué pasa Wa..? ¿¡Qué mierdas has hecho tío!? —otra voz masculina pero más juvenil habló desconcertado. 

Levanté la mirada ligeramente pero mi madre se había puesto delante para intentar refrescar la zona que me quemaba con un poco del agua de la botella de cristal que me había llevado y una toallita. Si pagábamos por el agua, obviamente nos la llevaríamos aunque no la acabáramos.