CAPÍTULO 23
"Confiar"
Minerva Owen
Tras esa despedida como era demasiado tarde y no había pisado la casa de mi padre propiamente dicho en un día entero, acordamos Sarah y yo quedar en otro momento relajadamente para hablar de nuestras cosas.
No sé por qué pero seguía sintiendo que Martijn no se había sincerado del todo conmigo y me preocupaba. Le había dicho abiertamente todo lo que sentía por él y quería pensar que él me correspondía, me lo demostraba con sus muestras de afecto, o eso quería pensar, pero verdaderamente no me había dicho nada de lo que sentía.
Quizás fuera un chico cerrado en cuanto a eso, pero veía injusto que yo me hubiera confesado y él se hubiera quedado callado sin decir nada al respecto. Me revolvía la cabeza constantemente y ya no sabía qué pensar sobre eso. Algo no me estaba contando y debería averiguarlo. Pero si él no quería decírmelo entonces no era nadie para sacárselo a la fuerza. A lo mejor sólo era cuestión de tiempo, de todas formas creo yo que después de todo lo que habíamos pasado juntos y eso había tenido más que tiempo para confiar en mí. Confiar. Yo confiaba en él. ¿Confiaba él en mí?
Sé que había pasado por cosas que nadie era capaz de entender y seguramente por todo eso le era difícil confiar en nuevas personas pero aún así... Me dolía pensar que él no pudiera confiar en mí.
Absorta en mis pensamientos y en la música que inundaba mis oídos, había llegado a casa en un abrir y cerrar de ojos en el taxi. Bueno, me despido mundo, ha sido un placer pero ahora debo prepararme para mi muerte lenta y dolorosa.
Abrí con mi pulso temblando la puerta de la casa, y al ver la televisión encendida y los zapatos de mi padre en la entrada mis latidos aumentaron su velocidad. Respiré hondo cuando apagó el televisor y giró su cabeza en mi dirección al oírme cerrar la puerta principal.
Su mirada era gélida y reprobatoria, si las miradas mataran ya estaría a tres metros bajo tierra. Parecía que me lanzaba cuchillos con los ojos y joder que si estaba nerviosa. ¿Qué le debía decir? Sabía que no se me daba nada mal mentir y no me preocupaba en absoluto cuando se trataba de mi padre, pero tenía la sensación de que cada vez que lo hacía él lo percibía y sabía perfectamente cuándo le decía la verdad y cuando me estaba inventando una trola.
-Buenas noches papá. -intenté escabullirme como si nada con la cabeza agachada hacia mi habitación pero era obvio que no iba a funcionar.
-¿Cómo que buenas noches? Ven aquí que voy a hablar contigo. Ahora. -dijo con un tono de voz autoritario y vaya que si estaba cabreado.
La que me esperaba...
Fui a paso lento y sin levantar mi mirada en ningún momento de mis atractivas -en esos momentos- deportivas hasta que llegué al sillón al lado del sofá grande en el cual estaba sentado mi padre, y me senté despacio, hasta que finalmente tuve que cruzarme con sus ojos asesinos.
-Me podrías explicar... ¿Dónde mierdas has estado? Desde ayer no sé nada de ti, y apareces ahora tan tranquila a las casi nueve de la noche. No entiendo, no sé, a lo mejor soy estúpido pero no entiendo. -comenzó en voz baja pero intimidante y poco a poco la iba subiendo, haciendo que me asustara ligeramente.
-Ayer se me hizo tarde y me quedé a dormir con Annie. Y bueno... Vine por la mañana pero no estabas... Ni al mediodía. Así que tampoco puedes echarme mucho las culpas si tú no estabas dispuesto a estar aquí. -respondí tranquilamente para que pareciera el doble de segura diciéndolo y él inspeccionó mi mirada en busca de la verdad, cosa que me inestabilizó un poco pero su suspiro me relajó.
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COFFEE. |Martin Garrix|
FanfictionMinerva Owen; una chica sencilla la cual nunca imaginaría que UN PUTO CAFÉ caliente cambiaría su vida entera y la pondría patas arriba. *PROHIBIDO CUALQUIER TIPO DE ADAPTACIÓN -y si es así con reconocimiento y créditos- Y MUCHO MENOS PLAGIO. Por fav...