Jake

El primer beso

EL PRIMER BESO

La gente dice que un primero beso es trascendental e importante... único y perfecto, la verdad es que la persona indicada es la que define esas cualidades... y hace de aquel beso único y perfecto...

Veo atrás... y me observo... ese beso alucinante y anhelado... casi parece que puedo sentir nuevamente los intensos latidos de un corazón, que cual caballo desbocado, aceleraba sus pulsaciones, amenazando con huir de su cuenca.

Aun pasa por mi mente el momento aquel, en que subí descaradamente a tus piernas... había dejado de ser un casto beso y dimos rienda suelta a una danza armónica y agitada de lenguas y labios.

La suave textura de tus labios, tu rostro tan tersa... adoraba acariciarte, pensaba que ya te conocía de toda la vida, solo con adaptarme al ritmo de tus besos... sin duda ya me tenías rendida ante tus pies.

Me habías enamorado loca y perdidamente, y a la vez... tenía miedo... muchísimo miedo, de lo que podía llegar a sentir por ti... "Te quiero" te dije... nunca me respondiste... solo me besaste una y otra vez hasta dejarme los labios doloridos...

Aun me acuerdo a la perfección de tu beso... fue lo mejor que había sentido nunca... aunque, fue sin duda nuestro primero de miles.

Ansiaba que esa tarde te hicieras mío...

Aceptaste mi zalamería... y mis últimas atenciones, fue cuando te pedí que estuvieses solo conmigo... recapitulo en mi mente con qué me respondiste... fue tan frío, tan indiferente, que de inmediato me cuestioné si era lo correcto... no lo dudé más... debía serlo... y puse mi esperanza ante todo mi amor... y aunque dolía tu apatía, me propuse aguantarlo todo, hasta que mi corazón se haya partido en millares de piezas... y eso hiciste, lo quebraste, una y otra vez, hasta que de mis ojos se había secado el mar de lágrimas. Pero la promesa prevalecería... "Hasta que ni un solo pedazo prevalezca... Te querré"

Aun me queda el recuerdo del primer beso que me regalaste... tan apacible, tan armónico, tan apetecible... cargado de sensualidad a tiempo que de terneza.

Tal vez esa sola y espontanea memoria, es la que me hace conservar mi fe hasta el último momento, hasta escuchar de tus labios... requeridas palabras de amor eterno, y de tus manos, claras muestras del mimo que yo te demuestro en cada encuentro.

Sin importar el resultado... ni el tiempo... continuaré firme en mi lugar, esperando, soñando... anhelando de ti tu corazón. No pararé hasta que me lo entregues... como aquel primer beso...