Para él es muy simple

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PARA EL ES MUY SIMPLE

Es tan simple que me ame... es tan fácil que me lleve al éxtasis... para él lo es... sin esfuerzo, sin pensarlo lo logra. Me proclama como suya en cuestión de segundos... tal vez porque soy únicamente de él y nada lo cambia... Él lo sabe.

Tantos lugares que presencian nuestro accionar libidinoso y descontrolado... tantos cielos que oyen mis gritos, mis gemidos y mis suplicas... para él es muy simple.

Aquella tarde... en la que me rendí ante su zalamería, esa tarde soleada en la que le permití tocarme u hacerme solamente para él. Un sonido... una cerradura, asegurándose, una cortina cerrada, definieron el rumbo de nuestro encuentro.

Lo besé... me besó, sujetó y apretó mi nuca contra él... tan galante, sumamente fácil para él... sentí su lengua penetrarme la boca, con inmensa suavidad, pero iniciando un baile de desenfrenado ritmo.

Fue tan excitante, que apenas tengo episodios de memoria. Recuerdo la forma en la que me posó sobre aquel mueble, ¿Qué culpa tenía el pobre? Su único pecado fue estar ahí y servirle de apoyo para sus lujuriosos deseos.

Metió su cuerpo entre mis piernas mientras me besaba y acariciaba mis pechos. Desabrochó mis prendas, comenzando a llenarme de mimos y vehemente locura de amor.

Gemía... disfrutaba en su tacto, me drogaba en su aroma... me cambio de lugar, apoyándome contra la pared, comenzó a meter su tortuosa mano placentera dentro de mí y a introducir sus dedos cada vez más profundo, a tiempo que yo alucinaba entre gritos con todas sus acciones.

Me di la vuelta, si continuaba viéndolo moriría en trance... Pero él no perdería ninguna oportunidad, porque tenerme le es demasiado simple. Me apretó contra él, introdujo sus dedos con más intensidad y más profundo de mi intimidad, simultáneamente masajeaba mi pecho con total desesperación. Mi respiración entre cortada lo motivaba a seguir... Me tumbó sobre la madera, estaba tan fría... Pero en un segundo se llenó del calor que emanaba mi cuerpo... Me besaba, me tocaba, me acariciaba y no podía parar... Estaba tan sumisa y tan dispuesta a pertenecerle, que apenas si podía ver algo con claridad.

El placer se tornó tan grande, recuerdo sus ojos, su mirada que podía excitarme en instantes... me fue imposible dejar de verlo.

Sus dedos aceleraban su ritmo y su profundidad, la humedad llegó a incrementarse, yo estaba perdiendo la conciencia.

Bajó su ritmo, acarició mi vientre, sujeté su rostro... muy suave, "Te amo" le susurré, estaba muy segura de lo que proclamé, entonces, la inesperada respuesta apareció "Yo a ti" mi corazón dio un giro... este me gritaba ¡Créele!, pero no podía... me impedía creer y meter en mi mente y alma que él me amaba... tal vez sería muy simple "No, tu no" solté finalmente... No tengo memoria de su respuesta verbal, solo sé que me besó con ternura infinita... mientras mi cuerpo se sometía a cientos de miles de indescriptibles sensaciones. Anhelaba que sus palabras fueran reales, que aquel beso haya representado el "Te amo" que deseaba oí y sentir con fervor. Las preguntas me agobiaban, no me dejaban disfrutar de él. ¿Será verdad? Pero entonces... Pasó, el punto exacto de placer... olvidé todo, aquella sensación de puro placer intenso... gemía, deseaba gritar... cuando volví de mi trance, ahí estaban sus ojos para ponerme en otro, porque entendí que lo amaba... y lo amo con ceguera, esperaré hasta que él lo haga, sin importar absolutamente nada.

Para él es muy simple darme placer... es muy sencillo sentir que soy suya... es porque lo soy y no pararé de serlo...

Cuando cerramos la puerta, aun las piernas me temblaban, juntos nos alejamos del lugar que seguramente verá muchos otros encuentros. Porque para él es muy fácil tenerme y para mí... es muy fácil entregarme.

JakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora