Amar con locura

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AMAR CON LOCURA

Cierto día cuando el sol me sonreía... Nos sonreía a ambos, una vez de cuento de hadas, cuando podía disfrutar de tu sonrisa sin presiones y tenía la certeza de verla al momento que quisiera.

Mientras emprendía el viaje a casa, escuché el llanto de una joven y hermosa mujer, estaba sola y tenía la cabeza apoyada en el vidrio, a tiempo que sus lágrimas lo empeñaban, me vi reflejada en ella ¿Cuántas veces otras personas me vieron en esa embarazosa situación? Demasiadas, fueron excesivas las veces que llené mis mejillas y mi cuello de lágrimas de las más gruesas.

Continuaba escuchando a la mujer, se abrazaba con fuerza, mientras tapaba su cara con su largo y castaño cabello... Quería preguntarle qué pasaba, si él le había hecho daño, quería decirle que no perdiera la fe... Pero entonces caí en cuenta de que, como yo, ella necesitaba estar sola y llorar sus penas hasta ahogarlas.

Recordé entonces todos los momentos cuando él me hirió, reviví cada segundo de dolor y pena a la que me sometí por mi amor... Y miré por la ventana, admiré un paisaje de concreto cubierto por un manto dorado... Me pregunté entonces ¿Cuándo pasaré tanta tristeza de nuevo? Y me contesté, Muy pronto seguramente, pero... Sin duda... El amor que tengo por él, siempre será más fuerte. Una voz en mi interior me susurró una frase: Amas con locura. Y sonreí de lado, sonreí confiada de que eso era verdad... Pues el ciego corazón, es guiado por una locura infinita... No hay amor más real, que el que es aconsejado por la traviesa locura.

Los sollozos se oían muy fuerte aún... Les presté atención a las palabras que decía en sus lamentos... Dijo un nombre, no pude distinguir cual... pero supe, que sufría por lo mismo que yo hace muy poco... por un hombre, al que se le entrega el corazón y no sabe cuidarlo con total esmero... noté entonces que... aún estaba esperanzada, sabía que mientras de entre toda la oscuridad se distinga un pequeño matiz de terneza y devoción, siempre habrá esperanza. Escuché el timbre de su teléfono, contestó... sonrió, bajó del móvil, corrió como una loca... Con una bellísima risa tatuada en su rostro blanquecino, quiero pensar que voló a los brazos de aquel por el que lloraba, espero que haya sido él el que haya llamado, arrepentido por ella... Porque él y ella también se amaban con locura... Tal y como yo te amo a ti mi rey... porque sin importar cuantos mares se apiaden de las cascadas a las que se somete mi piel... sin implicar lo que sea noches en vela por ti... te seguiré amando con locura, esa es mi muestra de amor más real: Ser encaminada, llevada y dirigida por una demencia de amor por ti.


JakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora