Esperar y el futuro.

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Nos pasamos la vida esperando.
Esperando a que salga el Sol o a que la luna batalle por su lugar. Esperando llegar a casa y ducharte después de un largo día o esperando a alguien que no llega.
Los más ambiciosos y me atrevo a decir que avariciosos esperan al amor de su vida lo máximo que pueden.
Esperamos un mensaje, una llamada, una mirada, un beso...sin pensar que quizás si mirar más allá de tu nariz veas esa mirada. Veas al amor de tu vida o a esa persona que esperaste tanto.
Quizás si dejas de esperar dejes de decepcionarte. Porque nunca llegaste a plantearte porque nadie llego a tu velada con la luna o porque la llamada nunca llegó.
Todos tenemos derecho a vivir. Y aunque eso no justifique nada, quizás si dejes de esperar dejarás de rabiar y de dejar la vida pasar.
Quizás si te dejas fluir con el tiempo sin intentar detenerlo encuentras lo que buscas. Quizás si vives el presente tu futuro dejará de parecerte oscuro.
¿Pero como vivir el presente con todas las incertidumbres que se nos presentan? Ni siquiera puedo contestar a esa pregunta y aún no sé si formularla vale la pena.
Todos tenemos futuro. Y ese futuro no es el que te espera en 10 años, que puede cambiar con el mínimo paso en diferente dirección, ese futuro es el que estas viviendo ahora. Porque mientras yo escribía estas líneas pensaba en mi futuro. Que eres tu. Que soy yo. Que son estas letras y estas notas.
A pesar de escribirlo no me aplico el cuento, es imposible no pensar en el futuro para mi. Y quizás ese sea mi fallo.








Pensamientos De Una Descerebrada #premiosGRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora