¿Cómo Sería? (GAY)

Cap. 2

—Emm, ¿y por qué estás aquí?, no es que me moleste, sino que me sorprende que haya venido la persona a quien le tiré el café encima.

—Te quería preguntar algo, pero como llegaron algunos fans míos no te lo pude decir.

—¿Qué cosa?

—Emm... —se le notaba que estaba nervioso —¿si quieres tomar algo mañana por la noche? —decía con una sonrisa nerviosa.

—No me lo puedo creer, la persona más bella de España y la más bella de las redes sociales, según mi criterio, me está pidiendo una cita, me da que estoy soñando. No, no estoy soñando, es la realidad —pensé.

—¿Cómo una cita? —pregunté sonriendo un tanto nervioso.

—Sí, algo así —dijo rascándose la cabeza.

—Vale, ¿cuándo, dónde y a qué hora? —pregunté emocionado —no puedo creer que me esté pasando esto a mi, el chico más bello del mundo me acaba de pedir una cita, soy la envidia de muchas chicas y muchos chicos —pensé.

—Mañana en el Obelisco, a las 8:00 pm ¿te parece bien?.

—Vale, ¿y cómo tengo que ir vestido?

—Como mejor te sientas —dijo.

—Obviamente no voy a ir vestido como un vagabundo, voy a ir con «mis mejores trastes» —pensé.

—Vale, nos vemos mañana —dije.

—Por cierto yo soy Manuel...

—Obviamente —pensé.

—...¿y tú?

—Yo soy Fer.

—Hasta mañana Fer —dijo guiñándome el ojo.

—A-adiós.

Salí corriendo hacia donde Sara para contarle, ya que era la única que sabía que yo era bisexual porque yo se lo había dicho.

—TÍA TÍA TÍA, VEN VEN VEN —le dije obviamente emocionado.

—Dios, ¿qué te pasa?

—A que no adivinas.

—¿El qué?

—¿Recuerdas todos esos gritos que hubieron hace rato?

—Sí, ¿por qué?

—Pues resulta que Manu Ríos está aquí en la Isla, aquí en la ciudad —le dije animado.

—¿EN SERIO? ¿POR QUÉ COÑO NO ME DIJISTE?

Le conté sobre lo del accidente.

—Vale vale, ¿qué pasó después?

—Cuando me despedí de Alejandra en la parada en el camino de regreso hasta acá, alguien me detuvo del brazo y yo juraba que me iban a asaltar pero voltee y era él.

—No me jodas, ¿es en serio?

—Si si, y a que no adivinas porque me detuvo.

—DIME YA JODER —respondió alterada.

—ME PIDIÓ UNA CITA —grité a los siete vientos —Manu Ríos me pidió una cita.

—¿Estas de broma, no? Manu Ríos te pidió una cita, ¿el tío más bello y tierno de las redes te pidió una cita? —asentí.

—No sé qué coño me vio, pero lo hizo y yo todavía no lo creo.

—Pues hay que ponerte bonito —rió.

—Vale, pero ya será mañana vamos a disfrutar el resto del día.

Pasamos el resto del día con total felicidad, en especial yo. Nos fuimos en la tarde y al llegar a mi casa, me puse a llorar de la felicidad. Me dormí al instante esperando el tan codiciado mañana.

—Te ves precioso —me dijo Sara al haberme ayudado a arreglarme.

—¿No parezco un indio verdad?

—Que va, estas jodidamente violable.

—Gracias —dije abrazandola —jamas pensé que iba a tener una gran amiga aquí —dije con ganas de llorar.

—No pasa nada, siempre cuenta conmigo y no llores por favor. Vámonos que te acompaño hasta el Obelisco.

Llegamos y ella dice:

—Ya sabes, usa preservativo —dijo burlándose.

—Cállate —dije empujandola suavemente del hombro.

—Pues te deseo suerte, cuidate, adiós.

—Adiós.

Y ahí llegó el, en una moto, una chaqueta de cuero negra, sobre una camisa con botones y el pelo perfectamente cepillado que mata a cualquiera.

—Hola —dijo.

—Hey, ¿que tal todo? —dije.

Dios mío, estaba jodidamente sexy. Me mordí el labio por inercia.

—Bien. Te ves bien —me ruboricé al instante.

—Gracias. T-tu también —dije totalmente nervioso- ¿a donde vamos? —pregunté.

—¿Te gusta el sushi?

—Sí, pero sólo el tempura.

—Vale, a donde vamos hay de todo tipo —dijo subiéndose a la moto —sube, no te dé miedo.

—Tranquilo, ya lo he hecho antes.

Subí a la moto, era ese tipo de motos que usan los motociclistas de la época retro.

—Agarrate de mi abdomen —dijo él, lo hice.

Dios, se podían sentir ese abdomen bien marcado que me mata. Al instante me ruboricé, ya que el soltó una pequeña risita.

Íbamos en la moto y habían demasiadas luces en la ciudad y más, ya que íbamos por la marítima, eso era demasiado romántico —esto es demasiado perfecto —pensé.