Cap. 13

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—Te ves demasiado bien —me dijo.

—Igualmente —nos quedamos un momento intercambiando miradas, el por un momento miró hacia los lados, me tomó del cuello de la camisa y me dió un beso rápido, se podía sentir la adrenalina en el.

—Emm, pasa a la sala mientras la cena está —digo al momento de reaccionar tras el beso.

—¡Abuela, te notifico que Manuel ya llegó!

—¡Vale!

Me dirigía hacia la sala, hasta que me asomé y pude ver como Isaac y Manu conversaban alegremente, sobre no se qué, pero prefería no adentrarme, ya que conociendo a mi hermano el podría comenzar con el interrogatorio, además de que el me pone sumamente nervioso, no sé el por qué, pero lo hace; así que me decidí ir a la cocina a ver lo que mi abuela hacía.

Podía ver como mi abuela estaba emplatando la lasaña, y me dijo que fuera a poner a la mesa, y a eso fui. Después de haber hecho eso, mi abuela llevó la lasaña en una bandeja de vidrio, y llamó a todos a la mesa. Mi abuela se sentó en frente de mí, Isaac al lado de mi abuela y Manu a mi lado; estaba seguro de que este último me iba a tocar la pierna.

Manu ya iba a atacar la comida, pero le hice una seña de que todavía no, porque mi abuela sola bendice los alimentos, ya que está metida en la Iglesia y todo eso. Al momento de que mi abuela terminó la bendición, llegó la hora del interrogatorio.

—Cuéntanos Manuel, ¿de dónde vienes?

—Emm, en estos momentos estoy viviendo en Madrid, pero me pienso mudar para acá, para estar cerca de Fer.

-—Awww, este tipo está enamoradísimo de ti, Fer.

Lo sé, yo no puedo permitir que el se quede aquí, ¿qué hago?

Déjalo ir, no arruines su futuro aquí.

Oye! Tu eres mi subconsciente, me deberías de ayudar en esto, no darme consejos que sé que no voy a acatar —escuché un chasquido por parte de los presentes, lo que quería decir que debía salir de mis pensamientos.

—Lo siento, ¿que decían? Estaba distraído.

—¿Cómo te va con Manu? —dijo Isaac.

—Bien, es una gran persona, aunque al principio me enoje mucho con el por egocéntrico, pero ha cambiado mucho.

—¿Qué edad tienes Manuel? —preguntó mi abuela.

—17 años, pero el 17 de diciembre cumplo los 18.

—¿Y a qué te dedicas?

—En estos momentos estoy como modelo para una marca de ropa muy conocida. Pero principalmente me dedico a hacer covers de canciones, es decir, es como sacar otra versión de una canción.

—Pues, mi nieto y yo te queremos agradecer por haber pagado la fianza de este niño, por haberse metido en problemas. Y como le mencione ayer a Fernando, yo soy religiosa y para Dios es un pecado que dos personas del mismo sexo sean parejas, pero en este caso es mi nieto, por lo tanto no estoy favor pero tampoco en contra, además al menos sé que no se va a embarazar —todos rieron y yo sólo bajé y la apoyé en mi mano por vergüenza —. Te pido que por favor cuides a este niño, y bueno, como dice Fernando, el interrogatorio a acabado, pueden proseguir tranquilamente a comer.

¡POR FIN! El interrogatorio hacia mi querido novio había acabado, yo podía sentir los nervios de Manu, el pobre, no me imagino lo nervioso que me voy a poner yo cuando conozca a su familia. El resto de la cena nos pusimos a hablar de diversos temas, como por ejemplo el por que yo estaba en España, de mis padres, la familia de él, etc; hasta que el soltó algo que me impresionó demasiado y quería llorar de la emoción:

—Señora Cilia, le quería preguntar, se acercan las vacaciones de verano, y quisiera llevarme a Fer a Madrid, tres semanas con todo pago, ¿y quisiera saber si usted me da el permiso para llevármelo? —me voltee como la niña de El Exorcista —¡Te va a llevar a Madrid, Manu te va a llevar a Madrid, tienes el mejor novio del mundo! ¡Te falta poco para que te quiten la virginidad!estúpido subconsciente, es como una parte de mi que no puedo controlar, tiene vida propia, sin embargo es mi mejor consejero.

—¡Qué sorpresa! Miren la cara de Fernando, no se lo puede creer, ¡Por su puesto que te doy el permiso! Este muchacho ya me estaba presionando para que lo llevara a esa ciudad, me has quitado un gasto de encima.

¡QUIERO BESARLO! ¡QUIERO BESARLO! ¡¡¡NECESITO BESARLO!!!pensé. Ya habíamos terminado de comer, por lo que encontré la excusa perfecta para salir de ese comedor.

—Emm, abuela yo ya terminé la cena y Manu también, nos vamos a mi habitación —ella me miraba con cara de sospecha, pero asintió.

Me paré de la silla agarrando a Manu de la muñeca, me lo llevé a mi habitación, cerré la puerta con delicadeza para que mi familia no notara lo desesperado que estaba por besar a ese hombre, me calmé un momento, nos sentamos en mi cama y le dije:

—¿Me estás jodiendo verdad?

—Para nada Fer, quiero llevarte fuera de esta isla y para que conozcas mi familia.

—¿Para cuándo?

—Para el día siguiente de que salga de vacaciones.

Me lancé encima y lo bese de la mejor manera posible, tardamos al rededor de 30 segundos en eso, hasta que se presentó la falta de oxígeno. Me abracé a el, y nos quedamos viendo hacia la nada, solo pensando, besándonos, eso era un sueño.

¿Cómo Sería? (GAY) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora