—Entonces —dijo el oficial —Fernando Avizcac Sanás, nacido en Venezuela el 17 de noviembre del 2000, residente de la Unión Europea, ¿no?
—Claramente.
—Entonces, Fernando, ¿por qué hiciste lo que hiciste?
—No pienso responder ninguna pregunta sin la presencia de un adulto que no sea mi abogado o representante legal, creo que hacer eso es ilegal, ya que soy un menor, ¿no lo cree oficial? Usted y yo con un crimen, que ironía, creo que debería tomar una clase de leyes- dije viendo mis uñas.
—Disculpe la tardanza —dijo un tipo que tenía outfit de abogado —Mark Tregubov, abogado privado de mi cliente Fernando Avizcac Sanás. ¿No te había empezado a preguntar o sí? —¿mi abogado? ¿privado? ¿de donde demonios mi abuela había sacado todo ese dinero para pagarme un abogado privado, y con tal apellido?
Miré al oficial y este me veía con cara de súplica para que no dijera nada —no, sólo mis datos —dije, no quería mas problemas judiciales.
—Entonces, Fernando, ¿por qué hiciste lo que hiciste? —dijo el oficial.
—Bueno, resulta que Victoria y yo nos caemos mal desde que yo empecé a estudiar aquí, y bueno, yo no tenía nada planeado de agredirla ni nada de eso, hasta que hoy su mejor amigo me llevó al centro comercial, supuestamente a comer, pero en realidad me tendieron una trampa e hicieron que yo viera a mi novio y Victoria besándose, pero lo que en realidad fue es que ella se encontró a mi novio, le dijo que yo era su amigo, lo llevó al Mall y al momento que ella me vió le robó un beso para que yo creyera que el me estaba engañando con ella, pero no le creí, así que le hice lo que le hice para que no se volviera a meter más conmigo.
—¿Y crees qué fue la mejor manera de hacerlo?
—Si es tu enemigo, sí.
—Pues bueno Fer, agradece que está agresión no te lleva a la deportación, pero lo más seguro es que la sentencia sea servicio comunitario. Sin más, por favor acompañeme a la celda.
Me paré y me dirigí a la celda de menores, en la cual gracias a Dios sólo estaba yo. Estuve al rededor de una hora hasta que llegó un oficial.
—¿Fernando Avizcac Sanás?
_¿Sí?
-Han pagado su fianza, es usted libre, acompañeme a retirar sus pertenencias —¿¡Qué!? ¿Pagaron mi fianza? ¿Quién demonios pagaría 300 € por verme salir de aquí? A menos que sea mi familia, claro está—pensé.
Le acompañé a buscar mis cosas, me devolvieron mi teléfono, mi mochila y mi cartera, en la cual me faltaban 10€, malditos policías corruptos.
Al salir de ahí, vi en la sala de espera a mi hermano, mi abuela y Manu.
—Hola abuela, hola Isaac —mi hermano. Al verme me fueron a dar un abrazo.
—¿Qué hiciste? ¿Por qué estabas encerrado? —dijo mi abuela.
—Después te explico, ¿Quién pagó mi fianza?
—Yo lo hice —habló Manu atrás de mi abuela y mi hermano
—¡¿Qué?! Manu, ¿Cómo pudiste pagar tal fianza?
—Fer, ¿quién es él? —preguntó mi abuela.
—Emm, bueno, él es...
—Yo soy un amigo, muy amigo de Fer.
—A la mierda Manu, abuela, Isaac el es Manuel —inhala, exhala —mi novio.
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¿Cómo Sería? (GAY)
FanfictionImagínate, al último chico guapo que viste ayer en Instagram. Imagínate que estas en un día normal con tus amigos y que ese chico se te aparezca, pues así es la historia de Fer, un chico común y corriente que se encuentra al amor platónico de muchas...