Cap. 15

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Esperamos un buen rato para que las maletas salieran, y en el momento en que salieron yo esperaba la mía con ansias, hasta llegué a pensar que se le había perdido a la aerolínea, ya me estaba preparando para ir a las oficinas a reclamar, pero por suerte llegó, era la última.

Cogí mi maleta y ahora si estaba nervioso, la familia de Manu estaba esperando a afuera, y yo no sabía si ellos me iban a aceptar o no. Cada vez que me pongo nervioso miro para todos lados y muevo la pierna.

—Cálmate Fer, por Dios. Todo va a salir bien, les vas a gustar.

—¿Y sí no? ¿Y sí les caigo mal por mi descendencia? ¿Y sí son xenófobos? Tal vez sean neonazis en secreto.

—No digas tonterías Fernando Avizcac —decía mi nombre y apellido cuando estaba molesto o yo me ponía pesado —además, si les llegas a caer mal no importa, ¿quién es tu novio, ellos o yo? —recalco, que bien sonaba "novio" en sus labios.

—T-tú. Vale Manu, trataré de calmarme.

Y ahí estábamos caminando, hacia la zona de espera. Por un momento me puse nervioso, no por su familia, sino porque yo estaba en Europa, en donde suceden los atentados terroristas, por lo que cogí a Manu de la mano y lo jalé hacia la zona.

Nos acercamos, y pude ver a algunas personas que tenían cierto parentesco con Manu.

Y ahí estaba, en frente de mis suegros y mi cuñado.

—Madre, Padre, Josemi; que alegría volver a veros —y ahí se le salió todo el acento castellano que pudo, ¿es qué la gente no puede ser normal? Como yo, yo no tengo acento y vivo feliz —los he echado mucho de menos.

—A nosotros también hijo —dijo su padre y pude ver que su sonrisa desapareció a penas me vio —y el muy infelíz pretende que no me ponga nervioso ¿hijo, quién es él?

Me quedé estático y con una sonrisa, y pensé:

No puede ser que Manu no les haya dicho que yo venía, no Dios por favor, tiene que ser mentira.

—Mil perdones, Fer, ella es mi madre Manoli, el mi padre Julián, y el mi hermano Josemi; familia, el es Fernando, mi novio —tierra, ten misericordia conmigo y tragame.

—Emm, y-yo-yo, emm, mu-mucho gusto —hice un gesto con las manos, ya que temía de estrecharcelas y me la dejaran levantada.

—Ay mi niño —la madre de Manu se lanzo hacia mi y me dio un abrazo —mucho gusto, que lindo eres, Manu, que buenos gustos tienes -me soltó y luego el padre de Manu me estrecho la mano.

—Muchacho, que guapo eres, concuerdo con tu madre.

—Venga, pero que mono eres —habló Josemi —mucho gusto -también me estrechó la mano.

—¿Y de dónde eres querido?

—Emm, yo... -iba a hablar pero Manu me intrrumpió:

-Madre, estamos cansados, mejor vamos a casa.

—Venga, que el auto está en el estacionamiento —dijo Josemi.

Fuimos hacia el estacionamiento, y no recordaba que ese aeropuerto fuera tan grande, y cuando llegamos al lugar en donde estaba el auto, no me lo podía creer, tenían un Tahoe 2016, rojo, demasiado hermoso. Subimos las maletas y al instante al auto, era demasiado confortable, definitivamente la familia de Manu tenía demasiado dinero.

Y saliendo del aeropuerto pude ver la maravillosa ciudad de mis sueños, Madrid, lo cual es irónico porque yo le voy al Barça, pero prefiero mil veces esta ciudad que París o Roma, las perspectivas cambian mucho cuando te mudas a Europa.

Pude ver el Santiago Bernabeu, la Plaza de Toros de Madrid, la Plaza de España, el Palacio Real de Madrid, etc. En fin, esta ciudad es muy hermosa.

Y si la ciudad era hermosa, la casa de Manu lo era aún más. Tenía un jardín muy verde, con muchas flores, en especial rosas y tulipanes, una pequeña fuente, y era de ese tipo de casas que siempre se ven en las películas americanas, sólo que está es más moderna. Y adentro también era muy bonita y moderna, era el tipo de casa de mis sueños.

—Bienvenido Fernando —dijo la madre —a nuestro hogar espero que te sientas a gusto aquí y como en tu casa, puedes tomar lo que sea de la nevera, y si tienes hambre le puedes decir a la señora de limpieza, Ana, que te cocine, con total confianza ¿vale? —asentí —Manu, por favor lleva a Fer a tu habitación, sí quieren se toman una ducha, ya que saldremos a pasear y a llevar a Fer a conocer Madrid.

Lo acompañé hasta la habitación que estaba en la parte de arriba de la casa.

—Está muy guapa Manu, ¿esta es la misma habitación en la cual subiste uno de tus vídeos? —asintió —me encanta el valor blanco, le da un toque demasiado moderno.

—Pues, esta será nuestra habitación durante tres semanas. Tu usaras el baño de aquí yo usaré la del pasillo ¿vale?

—No, ¿cómo crees? Esta es tu habitación, yo soy el que tengo que usar la del pasillo.

—He dicho que no, tu eres el invitado y mi —enfatizando la palabra «mi» —novio, así que usaras esta.

—Vale.

—Ahí dentro hay todo lo que necesitas, si quieres te das una ducha o un baño de tina, siéntete como en tu casa —asentí y este me dió un beso rápido.

Estar con él era un sueño, tuve suerte de tenerlo, a parte de ser guapo físicamente, también lo era personalmente, él era un sueño.

¿Cómo Sería? (GAY) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora