Cap. 22

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Me estaba despertando pero había algo fuera de lo común, Manuel Ríos no estaba, lo que quería decir que estaba solo.

Al voltear y ver la mesa de noche, observé una nota y una taza que al parecer tenía chocolate caliente.

Cogí el chocolate y al instante la nota que decía:

Ahora te preguntarás por qué estas solo,  pues la respuesta es que te quise levantar pero tu te negaste rotundamente, lo siento, no pude hacer nada, lo máximo que pude haber hecho es echarte agua fría en la cara, pero no lo iba a hacer claramente.

Te preguntarás donde estoy, recuerda que estoy trabajando como modelo para Inditex (Zara, Bershka, Pull & Bear, etc.).

Ahora mismo me encuentro en la Gran Vía, supongo que no quieres estar solo y mucho menos con mi primo, así que solamente coge el metro, preguntas cual es la línea de la Gran Vía si no te acuerdas, o simplemente ve el mapa del metro en Internet; o si se te hace más fácil coge taxi. Si, mejor haz esa última.

La habitación ahora se encuentra bajo llave, sólo de abre desde adentro y no afuera. Supongo que tienes miedo de salir de la habitación, por lo que al lado hay una navaja suiza, sólo usala por si él se te viene encima.

Te espero.

Con amor, Manu♡

Ni yo hubiese pensado así, hay que ver que este tipo es un puto genio.

Cogí una toalla y me adentré al baño a arreglarme para salir de este lugar donde habita el demonio encarnado. Tomé una ducha caliente, me cepillé los dientes y ahí mismo me cambie de ropa, poniéndome un pullover gris junto a un short de jeans grisáceo y mis Converse blancas; también me sequé el pelo con secador, ya que mi pelo mojado es un puto asco.

Cogí la navaja y me la guarde en el bolsillo trasero de mi short, ya que ahí era más fácil sacarla en caso de emergencias. Obviamente no iba a salir por la puerta, iba a salir por la ventana, no era problema porque mi hermano me había enseñado unas lecciones de parkour, y de la ventana al pasto de la entrada de la casa era pan comido.

De igual forma pensaba en quitar el seguro a la puerta por si Manu perdía las llaves, pero antes abrí la ventana por si a caso. Me acerqué a la puerta y al quitarle el seguro se abrió de golpe viendo una sonrisa macabra por parte de François.

-Tardaste mucho en abrir ¿eh?

-Jeje, hola François ¿que gran día hace, eh? -dije sonriendo nervioso y con mi mano detrás para poder sacar la navaja.

-¿Hacia donde te dirigias?

-Pues y...yo iba hacia do...donde Manu, jeje.

-¿Y por qué no me dijiste que te llevará? -dijo con voz y postura sarcasticas.

-Pues... -iba caminando lentamente hacia  atras dirigiendome a la ventana -... no sé, no se me ocurrió que torpe ¿no?

-Pues sí... Que lástima que tu novio te haya dejado aquí solo ¿no? -él se iba a acercando poco a poco pero sentí como chocaba yo con la ventana.

-Sí, que lástima que Manu me haya dejado, bueno François me despido.

-Espera que ha... no lo deje culminar, ya que di un mortal hacia atrás y justamente le di una patada en la mandíbula.

¿Cómo Sería? (GAY) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora