Capitulo 4: mOBSCENE

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JongUp no podía apartar su mirada del segundo líder de Genbu las preguntas se aglomeraban en su cabeza, no lo dejaban estar en paz ¿Por qué su veneno no había surtido efecto en su cuerpo? ¿Por qué cuando lo beso no cayo rendido? Observo fijamente la herida que le provoco en la mano derecha había dejado de sangrar minutos después de hacerla, solo un pañuelo blanco cubría ese pequeño pedazo de piel blanca mordió su labio inferior con duda, desde que era niño vivió con el miedo de lastimar a las personas que lo rodeaban trágicamente era llamado como el niño tóxico, el pequeño que mato a su propia madre, se recargo en la pared cruzando sus brazos, se giro por un instante para mirar a su compañero, su hermano, sino fuera por el padre de DaeHyun tal vez muchos años antes hubiese muerto de hambre o asesinado por algún demente, JongUp tenía 20 años de edad de esos había compartido la mitad con la Familia Jung aquella que lo acogió cuando su progenitora pereció por un accidente causado por él cerró los ojos cansado de pensar en lo mismo una y otra vez, por una vez en su vida anhelaba ser libre de su maldición froto sus manos con desesperación.

—Sé que todos aquellos que me besan quedan en shock pero vuelve a la realidad y aporta algo a la reunión pequeño Moontos si deseas más solo debes pedírmelo. —Una varonil voz llego a los oídos del peli morado quien abrió los ojos de golpe topándose con un brazos por encima de su cabeza y lo arrinconaban en la pared, Him saco la lengua para lamer sus labios. —Sabes a chocolate. —Dijo pegando su cuerpo, su lengua trataba de introducirse en los apretados labios del menor quien no podía salir de su sorpresa. —Deliciosamente empalagosos ¿Así sabes? Quiero chupártelo como si fuera una paleta y comprobar si también eres tan dulce por dentro.

—Apártate de JongUp prometieron no meterse con nosotros. —Grito DaeHyun cruzando la habitación para lanzar al mayor por el aire, su fuerza era impresionante, el líder de Genbu fue a dar al muro contrario haciendo una gran abolladura. —Guk dile a tu compañero que deje de acosar a mi hermano.

—Prometimos respetar sus ideales pero yo no puedo controlar lo que Hime haga, él es independiente, él no es mi mascota y no soy su dueño. —Contesto el mayor quien estaba sentado en una de las sillas mientras tenía los pies encima de la mesa. —Up no es un niño para que lo defiendas, él es fuerte así que en cualquier momento puedo deshacerse de Hime, él tiene la capacidad de pelear su don es maravilloso, lo envidio.

El mencionado trago en seco era la primera persona que le decía que su habilidad de envenenar con su sangre o fluidos a otras personas era una don maravilloso, un regalo del destino, de un manotazo se deshizo del agarre de su hermano, era verdad él tenía la capacidad de defenderse de sus enemigos no era un bebe, de un rápido movimiento salto hasta donde estaba HimChan y le dio un golpe con el puño cerrado en el rostro provocándole un sagrado nasal.

—Tengo otras formas de matarte así que deja de molestarme. —Le grito tomándolo del cuello tirándolo al piso, se agacho para mirarlo a los ojos. —No te confíes nada más porque tiene un cuerpo indestructible puede haber un límite para tus recuperaciones y créeme que voy a descubrir tu secreto, soy una persona paciente.

Up desato el pañuelo que estaba alrededor de la mano derecha del líder dejando ver que ya no existía herida alguna, su piel blanca como la porcelana salía a relucir, una sonrisa se formo en los labios del mayor era la primera vez que alguien le prometía matarlo con tanta seguridad solo por un instante sintió miedo, por un segundo esos ojos lo aterrorizaron, era fascinante tener pavor de alguien era inquietante anhelar que ese niño cumpliera su promesa, lo deseaba, todas sus anteriores frases solo eran bromas Kim HimChan nunca había coqueteado con un hombre no tenía interés en ellos solo molestaba al menor en juego, para no aburrirse en las reuniones, en ese segundo sus deseos se volvieron tangibles quería poseerlo más que nadie en el mundo.

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