Capitulo 10: Suit & Tie

296 27 2
                                    


JongUp miraba por la ventana fijamente el horizonte, era increíble lo tenebrosa que era aquella zona a mitad de la noche, la oscuridad parecía apoderarse de cualquier rincón destrozando la luz con su voracidad, se abrazó a si mismo debido a que el frio aire se coló por su espalda giro su rostro al sentir como una camisa era colocada en sus hombros observo a HimChan a su lado tenía el pantalón desabrochado, su piel blanca estaba llena de moretones, unas manos se deslizaron por su cadera unos labios besaron su cuello llenándolo de cosquillas.

—Deberías volver a la cama te vas a resfriar. —La voz del mayor era calmada, dulce, Up recordó que no usaba nada bueno más que esa camisa en sus hombros era un poco más grande que él, la colonia del segundo líder de Genbu estaba impregnada en esa prenda. —No te preocupes Bang no volverá hasta mañana en la mañana casi nunca duerme en casa, no preguntes donde va porque ni yo mismo lo sé.

—DaeHyun debe estar con Jae le marque hace rato y me dijo que no volvería hasta mañana en la tarde realmente ese chico debe ser bueno para tenerlo sumergido en la lujuria, él siempre fue inexpresivo, frio con el resto de las personas, sonreía pero solo era una máscara. —Confesó el menor girándose para colgarse del cuello del mayor, mordió su mandíbula. —No sé porque te estoy diciendo estas cosas. —Sus labios continuaron recorriendo ese blanco pecho las manos en su cintura se bajaron a su trasero para después ser levantado y llevado a la cama. —Tal vez porque sé que no dirás como yo no hablaré de ti.

HimChan afirmó llevando sus labios a esos muslos desnudos para besarlos estaba sumergido en el deseo, en la lujuria total, no pensaba, no sentía, no lograba unir sus ideas solo le importaba poseer una y otra vez a ese chico, su mente estaba plagada de imágenes sensuales de es joven de piel morena, sus poses, sus gemidos, su olor, su esencia, no se partiría la cabeza pensando en su futuro solo disfrutaría de su presente, de esa emoción dilatando su cuerpo.

—No contaría tus secretos no porque tema que alguien sepa de nuestra relación, no hablaría porque no es tu deseo admito que soy el segundo al mando del clan Genbu pero eso no significa que sea un sádico con las personas que me agradan. —Confeso besando los labios del menor. —Me agradas JongUp, eres divertido y extremadamente sexi. —Sus dedos delinearon el rostro del menor. —Ahora estamos en el mismo barco ya después cada quien tomará su camino porque sé que cuando Dae se canse de su juego tú también volverás a ser como antes.

—Tú también me agradas Kim HimChan. —Contesto honestamente levantando más sus caderas para que el contacto fuera más íntimo. — Este solo es un juego que quiero experimentar un tiempo más. —Sus dedos se deslizaron por la entrepierna del mayor. —Nuestros ideales son diferentes, nuestros objetivos distintos.

Sus labios se encontraron en una pelea cada uno era muy astuto para perderse en sentimentalismos, ellos solo se encontraban unidos por el deseo, la lujuria desatada en su carne.

Departamento zona Sur

DaeHyun deslizaba sus dedos por aquellos muslos que se encontraban húmedos por un líquido pegajoso sus emociones estaban en continuo conflicto le agradaba el tacto, le enloquecía saber que esa esencia era la suya, su deber era sentir asco aberración por esa inevitable atracción pero le era imposible, su lengua entro en contacto con esa piel que se contrajo por la repentina caricia, Jae levanto un poco la cabeza por encima de las almohadas en las que se encontraba recostado boca abajo quiso decir algo pero su voz había escapado a causa de los gemidos, se encontraba agotado, unos manos navegaron por su espalda entrando en contacto con el tatuaje que estaba en su omoplato derecho.

—¿Por qué te lo hiciste? Recuerdo haber visto estas flores en algunos libros —La voz de Dae sobresalió en los muslos del menor. —Creo que se llaman flor de loto son hermosas me hubiese gustado conocer Japón en esa época. —Un suspiro escapo de sus labios para dar un beso en la parte intima del pelinegro y después incorporarse un poco. — Significa pureza del alma y del cuerpo.

CruxeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora