Cruxe

Capitulo 6: Feelings

JongUp coloco sus pies arriba del escritorio mientras seguía con la mirada cada uno de los movimientos de su hermano mayor, desde la última reunión con los otros clanes lo notaba nervioso, desesperado, DaeHyun no dejaba de golpear el vidrio de la ventana con la punta de sus dedos, le dolía admitir que le había molestado que cancelaran la junta de ese fin de semana, los del Clan Genbu alegaron que tenían un pequeño trabajo que terminar además que era de suma importancia aplazar la penúltima reunión, cada vez que cerraba los ojos el recuerdo del rostro de Jae taladraba su mente, era como una contagiosa enfermedad que se expandía por cada célula de su piel, lo infectaban a tal grado de provocarle nauseas, se bañó ciento de veces ya que buscaba borrar aquellas marcas que al par de días desaparecieron pero la sensación se mantuvo ilesa, el efecto de esos besos lo continuaban quemando a tal grado que la locura lo consumía.

—Vas a volver a romper la ventana si sigues de esa manera.— Habló el menor tomando unos papeles del escritorio para leerlos.— Chloe me comento que estaba sorprendida que YoungJae aceptará nuestro trato de seguirlas teniendo como amantes además de volverlas exclusivas.— Up afilo más su mirada al notar que el mayor se tensaba por el nombre del primer líder.— No puedo negar que me ha fascinado la idea de que las chicas se volvieran exclusivas para nosotros pero tú aún continuas muy nervioso, Shaley es hermosa y encantadora ¿Qué te tiene tan preocupado?

—Nada solo temo que el marica del grupo Byakko nos haya tendido una trampa con las chicas, que las use como espías o algo así.—Contesto tratando de justificarse solo recordar el nombre de la persona que todas las noches llamaba le reproducía asco.— Quiero que te vayas a dar una vuelta por el mercado de la 5ta avenida creo que hay algunos problemas con los integrantes de Genbu.

El segundo líder asintió con la cabeza mientras continuaba acosando a su hermano mayor quien salió de la oficina lo conocía a la perfección, algo más atormentaba su mente, algo más le había pasado en aquella casa, se puso de pie para dirigirse al lugar antes dicho vago por las calles observando cada uno de los negocios, llevaba una gorra debido a que odiaba que lo reconocieran, había pasado una semana desde que tenía una amante formal, Chloe era encantadora, amorosa, un sueño de persona pero tenía una pequeña duda sobre la primera noche que pasaron juntos temores surgieron en su alma debido a los sueños que recientemente tenia rogaba porque fueran pesadillas de sub consiente y no sus memorias reprimidas, recordaba la voz del segundo líder de Genbu, llamándolo, gimiendo en su oído, besando su piel, mordiendo su espalda, adentrándose en su interior mientras él lo besaba desesperadamente, nuevamente esas imágenes lo atacaron si cuartel, sin piedad.

—Estas demasiado pálido.— Una voz lo asusto, se giro para toparse con una cínica sonrisa ahí delante estaba el ser que lo tenía navegando en un mar de temores.— Me agrada tu pantalón es una buena combinación la que traes.

—¿qué diablos haces aquí? –Contesto el menor dando un salto hacia atrás para mantenerse alejado del sujeto.— Tienes prohibido entrar a nuestra zona sin nuestro permiso.

El pecho de HimChan se inflo al notar que el menor se sonrojaba al verlo ¿recordaría lo que paso la otra noche? Moría por decirle la verdad pero solo pensar en su tierna cara lo detenía, esa dulce voz, esa suave piel a sabor chocolate, Up al no recibir contestación se dispuso alejarse del mayor no quería estar cerca de él no después de recordar sus sueños o mejor dicho sus pesadillas, su piel temblaba al solo pensar que podía tocarlo.

—Supe que algunos de mis chicos andaba haciendo desorden en este mercado así que vine a reprenderlos.— Mintió persiguiendo al menor quien trataba de alejarse más, lo sujeto del brazo para obligar a mirarlo.— Estamos en tregua así que no hay razones para pelear entre nosotros.— Le comentó mientras le sonreía.— Invítame a conocer el lugar, debo ser honesto al admitir que me he perdido.— Volvió a mentir, él solo quería estar más tiempo con el menor volverlo nervioso, conocer más de él, no era amor, no cariño, solo curiosidad, simple curiosidad.— Tengo hambre, debes ser buen anfitrión.