Capítulo 28
-Jenn, ¿estás bien o te ha tragado el váter? -Escuché la risa de Liam en la puerta y me alegré como nunca.
-¡Liam! -Me deshice del agarre de Zayn y corrí a la puerta, quitándole el pestillo y salí de allí. -El gilipollas no me dejaba salir.
-Déjala tranquila, ¿quieres?
-¿Y tú quien eres para decir eso? -Zayn dio un paso, recortando la distancia entre Liam y él y yo me puse en medio.
-El que no me ha defraudado, como han hecho otros. -Agarré a Liam de la mano y cruzamos el salón ante la mirada de un par de invitados. Me giré en la puerta, cruzándome con la mirada de Zayn, sonreí, le enseñé mi dedo corazón y salí de la casa dando un portazo.
Bajé la ventanilla del coche y dejé que la brisa de invierno nos calara los huesos. Le iba dando indicaciones mientras, de nuevo, se internaba aún más en las calles londinenses, repletas de niños disfrazados pidiendo caramelos.
-Así eras tú hace unos años, enana.
-Yo nunca he salido a pedir caramelos. No me gustaba. -Liam me miró divertido y resoplé. -Vale, sí, me daba miedo. ¡Estaban vestidos de monstruos! -Liam estalló en una profunda carcajada y yo le di un puñetazo en el hombro haciendo que se quejara. -Aparca por ahí, la fiesta es ahí enfrente. -Asintió y aparcó en un sitio que acababa de quedar libre. Me bajé de un salto, alisándome el vestido y rápidamente me agarré de su brazo y empezamos a andar hasta la casa de Jordan que nos abrió con una sonrisa.
Mis amigos habían visto a Liam un par de veces y ahora se habían convertido en compañeros de borracheras. Fiesta que había, fiesta que estaban los cuatro. Harry y Drew chocaron las palmas con Liam y éste, acto seguido, se fue a la barra en busca de bebida. Drew me abrazó, diciéndome algo al oído que no alcancé a escuchar, y Harry me besó con demasiada fuerza para mi gusto, me separé de él y empecé a moverme por toda la casa, buscando a mis amigas; algunos chicos que llevaban un par de copas de más me saludaban con una efusiva sonrisa, otros directamente optaban por acercarse a mí e intentar conseguir mi número pero Harry actuaba con rapidez dedicándoles miradas que provocaban que rodara los ojos poniéndolos en blanco.
-¡¿Dónde estabas!? -Liam gritó en mi oído haciendo que me separara de él.
-Tío, que no estoy sorda. -Liam rió. -Busco a mis amigas, ¿las has visto?
-Espe está en el jardín con Allie. Lindsay no sé donde está y Zoe no ha venido. -Asentí y volví a andar hasta el jardín, hasta que Harry me agarró la mano y paró en seco, dándome la vuelta con una sonrisa en la cara; no me gustaba nada esa cara.
-Deja que tus amigas se diviertan y vamos a divertirnos nosotros. -Reí falsamente y me acerqué a él.
-No sé si me gustarán tus formas de divertirme. -Empecé a alejarme cuando él de nuevo me agarró del brazo con fuerza, hasta el punto que me hacía daño.
-Créeme te gustarán. -Me cogió en brazos y empezó a perderse entre la multitud. Abrió una puerta con la pierna y la cerró de la misma manera ya con nosotros dentro de la habitación. -Vaya, hemos entrado justo en la habitación donde hay una cama.
-Que mala suerte, busquemos otra. -Me retorcí de su agarre intentando salir de la habitación. Era la segunda vez en una noche que me retenían en una habitación contra mi voluntad. Ahogó una risa cuando vio mis movimientos y se acercó a mí entrelazando nuestros dedos, impidiendo cualquier escapatoria. Besó mis labios con fuerza, recostándome sobre la cama y poniéndose encima de mí. Apoyó todo el peso en sus brazos mientras yo me resistía a sus besos, girando la cabeza.
-¿Qué te pasa? -Me crucé con sus ojos verdes esmeraldas y suspiré; hasta hace un mes éramos mejores amigos y, hoy... Un recuerdo cruzó mi cabeza.
*Tres semanas antes*
-No quiero salir más con Harry, papá. En serio, deja de organizarme citas con él por que no. No lo soporto.
-¿Es por Zayn? -Una risa salió de su boca cuando vio que bajaba la cabeza, centrando la mirada en el suelo. -Déjame decirte que Zayn cada día está con una chica distinta. Cariño, ya te dije que no era bueno que te acercaras a él.
-Yo...
-Harry te hará feliz y tú tienes que hacerlo feliz a él. Olvida ya a Zayn. -Abrió la puerta de mi cuarto y paró en el marco antes de salir por completo de mi habitación. Se giró y me dedicó una sonrisa. -Él ya te ha olvidado a ti. -Y se largó, cerrando la puerta con fuerza.
Parpadeé un par de veces, intentando contener las lágrimas y con una sonrisa fingida en mi rostro, capturé sus labios en un forzoso beso. En medio segundo ambos estábamos sólo con la ropa interior. Harry besó mi pecho con ganas antes de ponerme en su cintura y penetrarme con fuerza. Los gritos no salían de mi boca gracias a que él besaba con rapidez mis labios. Perdí mis manos en sus rizos, haciendo que los besos fueran con más fuerza que los anteriores. Volvió a embestirme una última vez antes de que él llegara al orgasmo. Harry se tumbó a mi lado y nos tapó a ambos con una pequeña manta.
-Te quiero, Jenn. -Suspiré. Tanto él como yo sabíamos que no decía eso sintiéndolo de verdad, finalmente, me quedé dormida en al lado Harry.
-¡Jenn! Jenn despierta. -Alguien zarandeó mis hombros y yo abrí los ojos con cuidado. No sabía cuánto había dormido, pero aún no amanecía en Londres.
-¿Liam?
-Sí, Liam. ¿Sabes qué hora es? -Negué con la cabeza mientras me sentaba en la cama. -Las cuatro y veinte de la mañana. Vístete y larguémonos. -Busqué mi ropa a tientas y me la puse con rapidez. Me recogí el pelo en un moño y me acerqué a Harry. Escribí una pequeña nota y la dejé junto a él en la almohada antes de salir de la habitación. La casa estaba hecha un completo desastre. Las bebidas estaban en el suelo, al igual que varios trozos de cristal.
-La próxima vez que hagas una fiesta, que no sea en tu casa. -Liam chocó los cinco con Jordan y yo lo abracé despidiéndome así de él. Agradecí que el día anterior le dijera a mi padre que me iba a quedar a dormir en casa de Liam, si no, ahora mismo, podría darme por muerta. Me subí en la parte de atrás del coche y me tumbé quitándome los tacones. Un par de minutos después había vuelto a dormirme.
Cuando me desperté estaba en la cama de Liam. Me estiré en ella y miré el reloj despertador que había encima de la mesita. Las diez menos cuarto. Me levanté de la cama y me alisé el vestido de la noche anterior que aún llevaba puesto. Miré por la ventana para encontrarme con un sol radiante brillando en lo alto del cielo. Sonreí. Iba a ser un buen día.
-¡Buenos días, enana! -Liam entró en el cuarto con una sonrisa y me abrazó con fuerza, él también llevaba la ropa del día anterior.
-Deja de llamarme enana, Liam.
-Te saco tres años, eres una enana. -Puse los ojos en blanco y besé su mejilla. -¿Desayunas y te llevo? -Asentí y salí del cuarto dirigiéndome a la cocina. El olor a café me hizo inspirar profundamente y me apoyé en el marco de la puerta cogiendo una tostada bañada en tomate y le di un mordisco a esta antes de que Liam volviera a hablar colocándose delante de mí. -¿Café?
-No, qué asco. Sólo me gusta como huele el café recién hecho. -Él sonrió negando con la cabeza. -¿Pasa algo?
-Nada, nada. -Dejó un vaso de leche junto al plato de tostadas y seguimos desayunando con tranquilidad. Después de un par de tostadas más y terminarme el vaso de leche, miré a Liam con una sonrisa.
-Voy al baño y nos vamos. -Él asintió. Corrí al baño y me retoqué el peinado, me aflojé el moño, convirtiéndolo en una coleta que acababa en la mitad de mi espalda. Remojé un poco mi cara y mostré una sonrisa ante el espejo. Abrí la puerta y me acerqué a la cocina, dónde me esperaba Liam.
-¿Vamos?
-Vamos. -Liam me agarró de la mano, salimos del piso para montarnos en su coche y volver a mi casa.
Nunca es tarde para enamorarse. en
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If They Only Knew {Z.M}
Fanfiction-No te librarás de mí tan pronto. -Le abracé y él me apretó con fuerza contra su pecho. Sin embargo, unos segundos después, dejó de abrazarme.