Capítulo 12

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Como supuse la casa de Zayn estaba en el barrio en el que me perdí hacía ya varias noches. El numero 20. 20. 20. Aquí está. Respiré hondo y llamé un par de veces a la puerta. Me temblaban las piernas, ¿a quién esperaba encontrar? ¿A un mafioso dispuesto a matarme sólo por llamar al timbre? Sonreí ante mi ocurrencia y la puerta se abrió ante mis ojos. Clare llevaba su oscuro pelo recogido en un moño, vestía ropa demasiado formal para estar en casa y, encima de ella, un delantal blanco. Supe que estaba cocinando cuando vi como se limpiaba las manos en el delantal y me abrazaba para separarse apenas unos segundos después.

-¡Jenn! Cariño, que sorpresa.

-Hola Clare, ¿está Zayn? Tenemos que hacer un trabajo. -Sonreí y ella asintió, invitándome a pasar y cerrando la puerta cuando ya estaba dentro de la casa.

-Está duchándose, pero puedes esperarle en su cuarto. Arriba, segunda puerta a la izquierda. -Asentí y subí las escaleras mientras escuchaba como ella se encerraba en la cocina. Abrí la puerta de la habitación de Zayn que estaba completamente ordenada. Nada fuera de su sitio, ni un póster en su pared y, sobre su escritorio, la pistola que me enseñó en el parque, con un silenciador puesto. La tentación me pudo y la sujeté entre mis manos, apuntando al frente, a un par de libros antiguos que estaban sobre la estantería.

-¿Qué narices estás haciendo? -Me giré en el acto hacia la puerta apretando el gatillo como un acto reflejo y escuché como, en un leve susurro, la pistola se había disparado en dirección a Zayn. - ¡Mierda, Jenn! Suelta eso. -Dejé la pistola en el escritorio y me acerqué corriendo a él.

-¿Estás bien? ¿Te he dado? Dime que no. -Tenía los ojos llorosos por el miedo. Él me apretó contra su torso desnudo y acarició mi pelo con tranquilidad.

-Estoy bien. -Sus palabras salieron en un leve susurro, provocando que se me erizara la piel. -¿Qué haces en mi casa? -Fue entonces cuando fui consciente de porqué estaba allí, así que me separé de golpe de su agarre y lo miré a los ojos cabreada.

-¡Nos han suspendido el trabajo porque copiaste de internet! Y ahora tenemos que hacer uno de diez páginas a mano, cada uno, sin copiar. -Él se puso una camiseta y acto seguido se sentó en la cama, mirándome mientras hablaba y asintió, como si lo hubiera entendido todo.

-¿Te das cuenta de que si hablo con el profesor no tendríamos que hacer nada?

-No vamos a manipular al profesor. -Me apoyé en el escritorio fijando los ojos en los de Zayn y sonreí.

-¿A qué viene tanta felicidad, Jenn?

-Harry... -Cuando el nombre de Harry salió de mi boca, Zayn se levantó de un salto y se acercó a donde yo estaba, pegando su frente con la mía, sin dejarme acabar. Daba miedo. Muchísimo miedo. -M-me pidió salir, ya sabes, en plan pareja.

-¿Estás de broma? -Negué con la cabeza, haciendo que nuestras narices se rozaran a causa de la poca distancia que nos separaba. Dio un paso atrás y bajó la cabeza. -Hagamos el trabajo y te largas.

-Tranquilo, no es de mi agrado quedarme mucho tiempo contigo. -Él me alargó una silla y me senté en el escritorio, abriendo mi libro de ciencias y el portátil de Zayn. Empecé a buscar información por todos lados; él parecía hacer lo mismo, así que seguí escribiendo. Dos horas después, mis diez hojas estaban completamente terminadas, incluso con dibujos. A Zayn aún parecía quedarle algunas. Me acerqué a dónde él estaba y apoyé mi peso en su espalda. Él miró hacia mí y sonrió.

-Ya termino. Es que no me sale el dibujo como quiero.

-No importa. ¿Puedo pasearme por tu casa un rato? -Él se giró completamente y centró sus ojos en los míos para asentir acto seguido. Sonreí y salí de su cuarto dirigiéndome a una pequeña salita que había al final del pasillo. Aunque de pequeña tenía poco. Tenía un precioso balcón con vistas al río Támesis y un gran piano presidia la estancia. Me acerqué a él, levantando la tapa que protegía las teclas y me senté en el taburete, disfrutando del tacto de un piano casi sin estrenar. Toqué un par de notas y, al ver que todo estaba perfecto, comencé a tocar la única melodía de la que me acordaba en esos momentos. Mis dedos recorrían con rapidez el teclado mientras la música invadía el ambiente. Justo antes de terminar, alguien se sentó a mi lado, acompañando el final de la canción.

-No sabía que tocaras.

-Yo tampoco sabía que tú lo hicieras. -Miré los ojos de Zayn y él sonrió.

-Quizá no seamos tan distintos. -Volví a bajar la mirada a mis manos, demasiado cerca de las suyas, y suspiré. -Ya he terminado, Jenn.

-Está bien, entonces, me voy. No faltes mañana, que tendremos que entregarlo. -Asintió y volví a su cuarto para recoger mi carpeta. Bajé las escaleras, escoltada por él y, cuando llegué a la puerta me volví para despedirme con una sonrisa a la que él me correspondió con otra.

-Hasta mañana, pre... -Me miró a los ojos un segundo. -Jenn.

-Adiós Malik. -Salí de su casa, cuando los últimos rayos de sol empezaban a teñir el cielo londinense y aceleré el paso, queriendo salir del barrio lo antes posible. No se escuchaba ni un ruido en el barrio, lo que lo hacía más escalofriante aún de lo que ya era.

-¡Hombre Jenn! -Me giré al escuchar mi nombre y vi como Franklin bajaba la ventanilla de su todoterreno para saludarme.

-Buenas tardes.

-¿Qué haces por aquí?

-Acabo de terminar un trabajo con Zayn y vuelvo a casa.

-De eso nada, preciosa. - ¿Pero qué jodida manía tenía todos los hombres Malik de llamarme preciosa? -Cena con nosotros y luego te llevará Zayn en la moto. -Negué con la cabeza, manteniendo una sonrisa falsa en mi rostro.

-No he hablado con mis padres ni nada.

-No te preocupes por eso, vamos monta. -¿Me daba miedo decirle que no? Sí, mucho. Suspiré resignada y me subí en el todoterreno. Apenas recorrimos 10 metros cuando de nuevo estaba en casa de Zayn. Clare me recibió de nuevo con una sonrisa mientras que Zayn me miraba divertido en el sofá.

ESTA CAPÍTULO SE LO DEDICO A LA CHICA DE MÉXICO QUE ME HA COMENTADO MI PRIMER COMENTARIO ME HA ECHO MUCHA ILU 3>

If They Only Knew  {Z.M}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora