Capitulo 2

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Cuando me quise dar cuenta estaba paseando por esos barrios a los que mi madre siempre me había dicho que no fuera de noche, y mucho menos sin compañía. Las bombillas de las farolas empezaron a encenderse, haciendo el paisaje mucho más aterrador de lo que realmente parecía. Resoplé apretando con fuerza mi chaqueta, intentando protegerme del frío que calaba con fuerza mis huesos. Las nubes que había visto tan lejanas por la mañana, ahora estaban a pocos metros y se iba notando el frío anterior a una tormenta. Me pegué a los edificios intentando no mojarme bajo los salientes de los techos. Cada vez iba acelerando más mi paso intentando salir de ahí.

-¡Tienes que continuar con el negocio familiar! Te guste o no. -Escuché un par de voces provenientes de un callejón y, aunque sabía que no era de mi incumbencia, me acerqué al escuchar el golpe de una bofetada. Me escondí entre las sombras y atendí a la conversación.

-Si no me da la gana no lo voy a hacer. Ya me he cansado de tanta mierda. -El chico que había recibido la bofetada se levantó del suelo y miró hacia dónde yo me encontraba. Sentí mi corazón palpitar con fuerza, pero él rápidamente volvió a mirar al hombre que le acompañaba. Así que volví a relajarme. No me había visto. -Mañana nos veremos. Ahora me tengo que ir.

-Aquí a la misma hora. -El chico asintió y empezó a andar hacia a mí. Mierda, sí que me había visto. Me separé del callejón y empecé a andar en dirección contraria intentando pasar de inadvertida, pero, teniendo en cuenta de que sólo estaba yo en aquel barrio iba a costar trabajo. Miré hacia atrás un segundo y no vi a nadie. Respiré aliviada y seguí caminando con más tranquilidad.

El chirrido de una moto me hizo parar en seco y miré al conductor que se quitó el casco mostrando una sonrisa. Zayn. Mi cuerpo se tensó de repente y tosí un par de veces.

-¿Me estás siguiendo o algo por el estilo? -Él rió con superioridad y se bajó de la moto.

-Te recuerdo que eras tú la que estaba espiando una conversación privada en el callejón. - ¿Él era el chico al que le habían dado una bofetada? Imposible. En todo caso, él será el que habrá pegado el guantazo.

-Me he perdido. Ni si quiera sé en qué parte de Londres estoy.

-Sube, te llevo a tu casa. -Reí con ironía y me acerqué a él.

-Antes duermo rodeada de perros que dejar que tú me lleves. -Él se encogió de hombros y me sonrió.

-Tú lo has decidido. -Se subió en la moto y aceleró desapareciendo al final de la calle. Imbécil. Seguí andando con tranquilidad hasta que escuché como la puerta de una casa se abría. Escuché las risas de un par de chicos y aceleré el paso farfullando un par de insultos. Las pisadas de los chicos cada vez estaban más cerca y yo resoplé con desesperación.

-Eh, preciosa. No corras. Tranquila. -Uno de los chicos corrió hasta ponerse a mi lado y yo sonreí asustada. Era un par de cabezas más alto que yo, pelo corto y rubio. El amigo se puso a mi otro lado. Igual de alto que él y con el mismo corte de pelo, solo que esta vez en moreno. Miré al suelo intentando disimular mi miedo y ellos rieron.

-Bien cariño, ¿te vienes con nosotros un rato?

-Yo... debería estar en casa ya.

-Te acompañamos, preciosa.

-Eh, tú. Sólo yo la llamo preciosa. -Era la voz de Zayn la que sonó detrás de los chicos y, por primera vez, me alivié al escucharlo.

-Hostia, Zayn. Perdona tío. -Los dos chavales bajaron la cabeza avergonzados y volvieron por donde habían venido. Yo me acerqué a la moto y subí de un salto.

-Llévame a casa. Rápido. -Él asintió y aceleró la moto. Yo le iba dando indicaciones de cómo llegar y, en un par de minutos, estábamos en la puerta de mi casa. -Eres alguien respetado en ese barrio ¿no?

-Lo es mi familia y, por consiguiente, lo soy yo.

-Bueno... Gracias Zayn, por traerme y por lo de los chicos.

-No ha sido nada. -Me di la vuelta para entrar en casa cuando volvió a hablar. -Eh, preciosa. -Me giré poniendo los ojos en blanco y resoplé. -Buenas noches.

-Deja de llamarme... -Pero él ya no estaba ahí, había acelerado la moto y se había perdido en la noche. Bufé y cerré la puerta de casa con un portazo. Las luces estaban apagadas, por lo que entendí que mi madre aún no había llegado. Me fui a mi cuarto y me puse el pijama para meterme en la cama y descansar después de un día bastante ajetreado. Me dormí pensando en la conversación de Zayn con el otro chico en el callejón, ¿negocio familiar? ¿De qué se trataría para tener que reunirse en un callejón en mitad de la noche en uno de los barrios más solitarios de Londres?

If They Only Knew  {Z.M}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora