Capítulo 43

208 6 0
                                    

-¡Buenos días Liam! -Salté a su espalda y él me agarró con fuerza para empezar a andar conmigo encima.

-Hola, Jenn. ¿A qué se debe tanta felicidad?

-Mañana me voy de viaje. -Reí abrazándolo aún con más fuerza y escuché su débil risa.

-Es verdad, ¿cómo pude olvidarlo? Te vienes conmigo de viaje a Roma, ¿no? -Bufé en su oído y él volvió a reír.

-Lo siento. Siempre estás metido en nuestros problemas. -Apoyé la cabeza en su hombro después de soltar un leve suspiro.

-Eh, no pasa nada. -Me dejó en el suelo antes de entrar a la cafetería y se giró para mirarme a los ojos. -Lo que sea por ver esa sonrisita de niña pequeña. -Besó mi frente y cogió mi mano empujándome a entrar después de él en el pequeño local.

Estuvimos más de una hora en el local, aunque realmente habíamos terminado de desayunar en diez minutos. Liam se dedicó a contarme el porqué de la llamada que me había hecho dos semanas antes y, afirmando mis sospechas, se había enamorado. Valentina. La prima de Zayn. Sonreí, según me la describía tendría que ser una chica preciosa, con el mismo carácter que su primo.

También me contó cosas sobre la familia de Zayn, en especial sobre la parte romana de la familia. Siempre me había imaginado al típico hombre de unos cincuenta y muchos, rodeado de hijos y sobrinos, todos metidos en el mundo de la mafia dispuestos a pegarte un tiro si les caías mal. En esos momentos me di cuenta de que había visto demasiadas veces 'El Padrino'.

Las calles de Londres estaban hasta arriba de turistas y de personas mayores las cuales salían a desayunar con sus amigos y comentar la dura semana de trabajo y, entre toda esa gente, nosotros dos, hablando de cualquier tema que nos rondara la cabeza.

-Llama a tu padre y dile que te quedas a comer conmigo. Después de comer te llevo a donde quiera que hayas quedado con Zayn.

-Liam, en serio, eres demasiado bueno conmigo. -Me acerqué a su oído poniéndome de puntillas. -¿No querrás asesinarme, verdad? -Su escandalosa risa hizo que todas las personas de alrededor nos miraran dedicándonos tiernas sonrisas.

-No digas tonterías. Simplemente, eres como la hermana que nunca tuve y tengo que cuidar de ti.

-Eh, tranquilito, que soy mayor para cuidar de mí misma. -Él volvió a reír, cogiéndome en brazos y me colgó de su hombro provocando también mi risa. -¡Bájame! ¡Liam!

-¿No eres mayor? Baja tú como puedas.

-¡Liam! -Grité tanto como me permitía la risa. Su cuerpo se paró en el acto devolviéndome al suelo y pude ver una sonrisa atravesar su rostro.

-Entonces... ¿comemos juntos?

-Eres gilipollas. -Marqué en el móvil el número de mi padre y, tras unos cuantos minutos intentando convencerlo, Liam me quitó el móvil y, dos segundos después, me lo devolvió tras recibir la aceptación de mi padre. -No sé cómo lo haces.

Un mensaje me despertó del sueño en el que estaba sumida y busqué a tientas el móvil por toda la mesa, hasta que fui consciente de la hora que era.

-¡Llego tarde, llego tarde! -Le lancé un cojín a Liam que se levantó asustado mientras yo reprimía una risa. -¡Vamos, tienes que llevarme! -Me puse los zapatos al mismo tiempo que él salía a la puerta de la casa y yo leía el mensaje que acababa de recibir.

"Preciosa, ¿qué te parece una película de miedo en casa de Liam? Te veo allí en diez minutos."

-¡Vamos! ¿No tenías tanta prisa? -Él rió desde la puerta y yo le lancé una mirada asesina.

If They Only Knew  {Z.M}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora