31 de octubre.
Había pasado más de un mes desde la última vez que vi a Zayn. Quiero decir desde que vi a Zayn fuera de clase. En clase tenía que seguir soportándolo, y cada vez era más difícil hacerlo. Odiaba verle en clase, lo odiaba a él, aunque... ¿a quién pretendía engañar? No le odiaba, no podía hacerlo; simplemente, fingía hacerlo. Después de aquella noche empecé a salir "oficialmente" con Harry, más obligada por mis padres que por mi propia voluntad y, a medida que pasaban los meses, lo aguantaba menos, ni si quiera sé como pudo ser mi mejor amigo.
Las cosas han cambiado bastante en un mes. Zoe perdió al bebé por una caída tonta en las escaleras de su piso y las últimas semanas las ha pasado fatal, aunque ahora parece que las cosas le van mejor. Allie y Jordan están felices, muchísimo. Y Liam, bueno, Liam y yo nos hemos convertido en mejores amigos, que digo mejores amigos, somos como hermanos, pasamos el día hablando.
Aquella misma noche Liam me llamó para ver como estaba porque Zayn lo había llamado a él y, a las doce de la noche se presentó en mi casa con helado. Al día siguiente no fui a clase y él se quedó conmigo viendo películas. Desde entonces, inseparables.
-¡Jenn, vamos llegaremos tarde!
-¡Que te esperes, Liam! -Reí en mi habitación intentando cerrarme el vestido negro pero era imposible. -Entra. -Liam abrió la puerta y sonrió. -Sube la puta cremallera. ¡No lo rompas! -Él soltó una carcajada y con un movimiento subió la cremallera del vestido hasta el final. Me coloqué bien el pelo y sonreí enganchándome de su brazo.
-¿Segura que quieres ir? Va a estar...
-Ni me lo nombres. No, no quiero ir, pero mi padre me obliga. Hasta las una. A las una nos largamos, por favor, tengo una fiesta que sé que te gustará.
-No sé, Jenn. Seguro que hablaremos de temas importantes. -Puse pucheritos y él rió. -Bueno, vale. A las una nos vamos.
-Gracias. -Salimos de la casa y nos subimos en su despampanante todoterreno negro. Encendí la radio y la música empezó a salir a un volumen alto. La fiesta era a las afueras de la ciudad por lo que sería un viaje largo. -Liam, ¿puedo pedirte una cosa?
-Las que quieras.
-Si lo ves en la fiesta, avísame. No quiero verlo, en serio. No creo que pueda controlar mis ganas de partirle alguna copa en la gana.
-Vaya, la nena tiene garras. -Reí recordando que eso fue lo primero que me dijo nada más conocerme y que yo lo mandé a la mierda, él acompañó mi risa. Los minutos pasaban tan rápido como las canciones y, en 45 minutos, Liam estaba aparcando frente a una lujosa casa. Había coches carísimos por todos lados y, entre tanto Ferrari, Porsche y Jaguar reconocí su Honda aparcada algo alejada de los demás vehículos.
Entramos a la casa de la mano y saludé en la lejanía al padre de Liam que hablaba animado con un hombre que no conocía de nada. Geoff me devolvió el saludo y Liam y yo empezamos a movernos por toda la sala buscando las bebidas.
-A menos de veinte metros de ti. A tu derecha. Viene hacia aquí. -Miré a Liam dedicándole una sonrisa y me alejé de él, alejándome así de la trayectoria de Zayn. Liam rió en voz baja y se acercó a donde yo estaba. -Ha sido algo descarado.
-A ver si así se entera de que no quiero verlo. -Liam asintió y me entregó un vaso con Coca-Cola.
-Vamos a bailar, hagamos algo divertido. -Reí y él se acercó al DJ que ponía la música y acto seguido comenzó a sonar música más propia de discoteca que de una reunión de alto standing. Solté una carcajada y él se acercó a mí haciéndome girar sobre mí misma. Antes de darme cuenta todo el mundo estaba bailando a nuestro alrededor. Liam reía en mi oído mientras seguíamos moviéndonos al compás de la música.
-¿De qué te ríes, Liam?
-Tengo vistas privilegiadas de la cara de Zayn en estos instantes. Está para hacerle una foto. Espera que saque el móvil y lo intente. -Liam sacó su iPhone del bolsillo y siguió bailando como si nada. Escuché el capturador de la cámara y acercó el móvil a mí. -Míralo que guapo sale. -Ahora la que reía era yo. Me separé de él y suspiré recuperando el aliento después de la risa.
-Voy al baño, me retoco el maquillaje y nos largamos, ¿vale?
-Te espero en la puerta. -Asentí y besé su mejilla. Era increíble lo bueno que era, y como en apenas un mes se había convertido en mi mejor amigo, en un hermano. Negué divertida con la cabeza y entré en el baño cerrando la puerta. Me miré en el espejo y saqué de mi bolso el rímel y el lápiz de ojos. Unos golpecitos me distrajeron y dejé de mirarme en el espejo.
-Está ocupado. -Volví a mirarme en el espejo y alguien abrió la puerta. -No he dicho que estaba ocu... -Miré a la puerta y me encontré con la mirada de Zayn. Él cerró la puerta con pestillo y se acercó a mí. -¿Qué coño haces? ¡Fuera!
-No.
-Zayn, que te largues. -Negó con la cabeza. -Gritaré. -Él rió irónicamente.
-¿Quién te va a escuchar? Está la música a toda caña.
-¡Que te largues, hostia! -Grité con todas mis fuerzas, golpeando con mis puños su pecho. -¡Liam! -Volví a gritar acercándome a la puerta, pero sus brazos me agarraron de la cintura colocándome entre la pared y su cuerpo. -¡Que me dejes! Joder, ¡déjame salir! -Me estaba quedando sin fuerzas y, al final, las palabras salieron en un débil susurro. -Zayn, déjame salir, por favor. -Suspiré, poniendo una mano en su abdomen intentando separarlo, pero el esfuerzo fue en vano.
-Quiero hablar contigo.
-Resulta que yo no quiero hablar contigo.
-No tienes que hablar, sólo escúchame. -Colocó su mano en mi barbilla haciéndome levantar la cabeza y me miró directamente a los ojos. -Por favor.
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If They Only Knew {Z.M}
Fiksi Penggemar-No te librarás de mí tan pronto. -Le abracé y él me apretó con fuerza contra su pecho. Sin embargo, unos segundos después, dejó de abrazarme.