Capítulo veinticuatro

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"If teardrops could be bottled

There'd be swimming pools filled by models" - idontwannabeyouanymore


Abrí lentamente mis ojos tras escuchar unos ruidos provenientes del techo.

Aturdida me decido por despertar a Eleonor, quien se encontraba durmiendo pacíficamente en la cama del lado con las sábanas hasta el cuello. Pero luego de un largo un suspiro al escucharla roncar, y me encamino hasta ella para luego removerla, destaparla y miles de intentos más para despertarla o llamar, al menos, su atención, pero al ver que no respondía me decido por ir sola, ya que no tenía la confianza absoluta como para ir en busca de Matthew, Christian o Christopher para ir ver lo que ocurría allí arriba, además de que tampoco había confianza suficiente como para entrar en su habitación a alertarlos del ruido, por lo que quité esas opciones de mi cabeza.

Me vuelvo a levantar de la cama ya decidida en ir hacia la puerta con cuidado, sin antes ir por la pistola, que usaría en caso de emergencia y que se encontraba oculta en mi bolso donde llevaba los aerosoles, con intención de no hacer ruido y, a paso lento, me encaminé hasta llegar al salón, pasando de largo la habitación de los muchachos, y después subir a puntitas de pie un escalón de madera a otro, crujiendo a cada paso que daba. Estaba descalza, aumentando el tormento de estar clavándome astillas en los escalones; había considerado ir ya calzada, pero descarté esa idea al imaginar el estruendo que haría con solo caminar hasta el salón y lo pesado que se me haría al subir las escaleras de la casona,cuyas estaban a oscuras por razones que los fusibles de la planta de arriba estaban totalmente destruidos, haciendo a la casona tenebrosa.

Un grito de exasperación resonó por los pasillos de la casona una vez que llegué hasta la planta alta, alertándome. Dudé en ir hacia la única habitación que no poseía puerta y se encontraba a oscuras por la hora de la madrugada en la que me encontraba despierta, pero aun así avancé con la pistola en mano y el dedo en el gatillo preparada para cualquier situación en la que me vería comprometida tras traspasar el umbral de esa tenebrosa habitación sin luz. Aspiré profundo y avancé con seguridad hasta allí, esquivando los escombros sin llegar a hacer algún ruido; había tenido la suerte de que una parte del techo estuviera caída y dejara iluminar el pasillo por la luz de la luna.

Otro gruñido se escuchó, alarmándome un poco más por lo que pegué mi espalda contra la pared, seguido del gruñido se escuchó algo hecho de vidrio estallarse contra el suelo. Y ahí fue cuando creí que iba a ser el momento justo, salí de mi escondite y apunté con la pistola hacia donde se veía una figura no determinada a un costado de la apenas iluminada, de no ser por un hueco en la ventana, habitación .

-¡No dispares! -gritó aquella sombra, aterrada. Fruncí mi ceño cuando reconocí aquella voz; sonaba distinta, distorsionada, quebrada, con un nudo en la garganta.

-¿Christopher?

Sentí como se instalaba la incomodidad en el ambiente cuando vi por su sombra pararse rápidamente.

-¿Alexa? -se aclaró la garganta, dejando atrás su voz quebrada por una gruesa y dura. -¿Qué haces despierta a estas horas?

-Unos ruidos me despertaron. -respondí de la misma forma mientras dejaba la pistola en un mueble, que apenas se veía por la luz de la luna que provenía de una de las rejillas de la ventana, y me apoyé en ella esperando una explicación por parte de Christopher. -Provenían de aquí.

Christopher se sostuvo contra una pared y se dejó caer hasta llegar sentado al piso.

Pude ver el sufrimiento en sus ojos y la reflejada en las facciones en su rostro que estaba siendo iluminado por unos rayos salientes de las aberturas de la ventana.

CHRISTOPHERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora