Capítulo treinta

2.3K 225 59
                                    

((No es necesario escuchar el audio pero es con la canción que me inspiré))


Todo había pasado demasiado rápido.

Patrullas por doquier, armas apuntando, luces enceguecedoras, sirenas sonando y su mano y mi mano entrelazadas.

Me sentía abrumada, todo nuestro alrededor se encontraba difuso, borroso, confuso.

¿O era yo?

No me di cuenta cuando fue el momento en el que dejé de correr y me paralicé del miedo; ahora era Christopher quien corría, o más bien era quien me arrastraba con él.

Ocurrió en el momento en el que me di vuelta para verificar si Christopher se encontraba a salvo corriendo a la par mía, miré hacia más atrás y observé al grupo persiguiéndonos. Allí las noté.

Mínimo cada miembro llevaba un arma en una de sus manos. Mínimo.

El aire se comenzó a sentir abrumador, prácticamente agobiante, al tener consciencia de que no llevaba nada con lo que defendernos. Estábamos indefensos.

De un momento a otro se escucharon disparos y sirenas a lo lejos. Recuerdo a Christopher empujarme hacia el suelo de un callejón y tirarse encima de mí como protección de los estruendosos ruidos. Cerré los ojos por reflejo.

Mis manos temblaban cuando lo abracé con miedo, ¿o era él quien temblaba del terror?

Las detonaciones de las pistolas seguían sonando aumentando mi temor de salir sin vida. Reforcé mi abrazo sobre el fuerte cuerpo de Christopher y él imitó mi acción escondiendo su cara en mi cuello.

Ambos éramos valientes pero no estúpidos, no era uno, ni dos, ni tres con quienes nos enfrentábamos, era un grupo amplio de gente, una pandilla; éramos conscientes de que si los confrontábamos ninguno de los dos saldría vivo, no teníamos ni armas con las cuales defendernos.

Podía sentir nuestros corazones latir a mil por hora, podía oír con determinación nuestras respiraciones entrecortadas por el terror, podía sentir los dedos de Christopher clavarse en mi espalda al escuchar los gritos de la policía junto con los de esa pandilla y los disparos por detrás.

De forma improvista, las manos de Christopher salieron de mi espalda para moverse hasta mi cuello y agarrarlo suavemente, no entendía que intentaba hacer hasta que percibí los suaves toques que dejaba allí logrando destensar mi cuerpo; quitó su cabeza de mi cuello logrando que abriera mis ojos y lo observe asomarse detrás nuestro sin quitarse de encima.

Volvió su vista hasta mí y cuando creí que tomaba envión para levantarse, se recostó nuevamente sobre mí y acercó su rostro hasta apoyar sus labios sobre los míos en un dulce roce.

Sentí correr un escalofrió por todo mi cuerpo al verlo acercarse nuevamente, y ahora, para juntar nuestros labios en un beso.

Todo a nuestro alrededor se encontraba difuso, nuestros corazones ya no latían del terror, nuestros cuerpos ya no temblaban con el temor de no salir con vida ni ya escuchaba los gritos o disparos del exterior.

Solo éramos nosotros...


____

hola hola que ondaaa, volví después de tanto<3 jujuju

¿Qué les pareció la vuelta? ¿Quieren la segunda parte?

CHRISTOPHERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora