Capitulo 5

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Abrí la puerta de casa y me encontré con Alexander un tanto entusiasmado pero él llevaba en sus manos algo que parecía un kit de herramientas

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Abrí la puerta de casa y me encontré con Alexander un tanto entusiasmado pero él llevaba en sus manos algo que parecía un kit de herramientas.

— Alex, ¿que haces aquí tan temprano? — me frote los ojos con pereza.

— ¿Temprano? — me miro confundido — pero si ya es medio día.

— ¿Que? ¡Medio día, es una broma!

— ¿Por que bromeria contigo? — Arqueó una ceja — Al parecer no lo recuerdas pero ayer quedamos que traería el sobrante de pintura y arreglaríamos tu casa, ¿recuerdas?

Era totalmente cierto, en verdad era urgente que la casa estubiera limpia pues no podia seguir asi, era algo extraño, era como vivir al aire libre, entre el bosque. Me mire de pies a cabeza y supe que no podria andar por la vida vestida en pijama.

— ¿Me esperas unos minutos? debo cambiarme de ropa y ponerme una más apropiada para la ocasión.

— Claro que si ______, no hay problema.

lo invite a pasar a casa mientras yo hacia lo mio, subí corriendo a la habitación brincando de  dos en dos los escalones. Me aproxime rápidamente a mi maleta y tome lo primero que encontré, mi par de converse y tome  mi cabello con un sujetador, maquille un poco mi rostros para hacerlo ver un poco menos cansado, pues desde hace ya algunos días se me había hecho  imposible dormir.

Bajé y él miraba despreocupado cada rincon de la casa, tocaba los cristales y los marcos de las ventanas buscando desperfectos, pronto visualice una mueca de disgusto en su rostro.

— ¿Pasa algo? — dije mientras acomodaba mi blusa.

— Creo que no solo tendremos que poner pintura en tu... — No termino la frase puesto que volteo a verme y quedo pasmado, no entiendo por que.

— ¿Que te ocurre tonto? 

— Nada, nada, es solo que, Luces distinta - dijo tartamudeando.

— Si tu lo dices... Y bien, ¿ocurre algo con las ventanas? - me encogí de hombros.

— Solo tienen la madera un poco desgastada y un par de tornillos mal, si gustas puedo repararlos. 

— ¿Y tendría que pagar por ello? — Bromee.

— ¡Para nada! tómalo como un favor de bienvenida — sonrió amablemente. 

— Te molestaría si te dejo haciendo lo tuyo mientras voy al supermercado por algunos víveres, sabes, no podre comer fuera todos los días — Reí.

— Claro que no, ve a hacer lo tuyo, creo que tengo mucho trabajo que hacer.

Mi estomago me traicionaba, rugía como nunca, lo tome con mis manos y ambos reímos, salí corriendo hacia mi puerta cuando de pronto recorde.

Mi Lindo Capricho  (Slenderman & Tú) #CREPYAWARDS2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora