MY MENTOR (BTS ~ JK)

VII «LA HIJA DE LA EMPLEADA»

Jimin

¿Escuche bien? ¿La hija de una empleada? ¿Qué demonios? ¿Está bromeando? Y si vive aquí ¿por qué no conoce a Jungkook? Me quedé en blanco, luego de hacerme esas preguntas que hubiese querido decirlas pero que el nudo, en la boca de mi estómago, había reprimido.

—¿Empleada? ¿Estás bromeando cierto?— fruncí mi entrecejo, era inevitable sentirme tonto.

—No bromeo, es cierto y en cuanto a ti...— ella respondió seria.

—¿Yo qué?—

—¿Quién eres?—

—¡Ah!... soy Jimin... Park Jimin— sonreí y ella se asombró por mi cambio repentino.

—No te entiendo... primero estás enojado, luego tu expresión es de frustración y ahora estas sonriendo— ella hizo un mueca que indicaba confusión. Es demasiado linda...

—No estoy enojado, ni frustrado... pero si estoy sonriendo— señale mis labios con mi dedo índice.

—Ok— ella imito mi sonrisa —Pero entonces ¿no eres tú el heredero J?—

—¿Yo?... ¡No!...— reí ante su inocencia —Jungkook es el heredero de la familia J... pero eso es lo que no comprendo, vives aquí pero no conoces ni quiénes son los dueños de la mansión. ¿Estas segura que vives aquí?— cuestione tratando de ponerla a prueba.

—¡Claro que sí!... pero si tú no eres el heredero... no... no... no puede ser— su ojos perdieron la cordura.

Ella empezó a ponerse gélida, y lo supe porque le tome de los brazos, pues parecía como si ya iba a caer desmayada.

—¿Estas bien?—

—Si— me respondió en un suspiro casi mudo.

—Jungkook... Jungkook, tu segundo acosador— confesé. Ella se estremeció y la piel se le erizo —No es tan malo como crees... son sus ojeras las que lo hacen ver súper "darks"— dije riéndome porque recordaba las fachas de Kook.

—He escuchado como trata a mi madre— ella bajo su rostro.

—¿Jungkook?—

—Si—

—¿Tú también ayudas en los quehaceres de esta casa?— lleve mi mano a su mentón y levante su rostro para conectar nuevamente nuestras miradas —No tengas pena, por favor—

—No—

No quería seguir acosándola con preguntas, sin embargo, el aire que sofocaba mi pecho sentía la necesidad de saber sobre ella, saber porque temía de Jungkook y sentía principalmente que necesitaba protegerla.

—¿Y cómo sabes que trata mal a tu madre?— que cínico soy. Sé muy bien como es Kook.

—A veces ayudo a mi madre en la cocina, mi madre es la encargada de cocinar y ayudar en limpiar algunas áreas de la gran casa— me sorprendía su sinceridad.

—Jungkook... ¿Alguna vez te ha gritado?—

—¡No!— respondió casi de golpe —Ni siquiera sabía que se llama así, tengo inminente-mente prohibido tener contacto con las personas que no formen parte del área de servicio, visitas y hasta merodear por el jardín— explicó con sus ojos casi pegados a los míos. No pude más y se me escapo una risa tímida. Ella me hacía temblar el corazón.

—Ok. Ok. Pero... aun no logro comprender...—

—¿Por qué no conozco a Jungkook?— ella me interrumpió.