120 días.

Día 5

A penas son un par de horas de este día y ya estoy desmotivada a continuarlo. No quiero seguir, quiero dormir por mucho tiempo, no saber de nada ni nadie. Estoy triste, no tengo ánimos de nada. Cada vez me cae más mal, no la estoy soportando. Simplemente no me agrada su actitud, es demasiado ególatra, demasiado infantil, no me agrada para nada. Me da miedo comenzar a odiarla, no quiero tener malos sentimientos, pero ella me obliga. Quizá sea demasiado odio acumulado de mucho tiempo o quizás es que me cae demasiado mal, no lo sé. No me gusta escribir sobre personas desagradables para mí, pero ya es demasiado.
Sí, definitivamente la odio.
Quiero escapar de la realidad, irme de aquí, irme lejos. He pensado tantas veces en un posible suicidio, si no se puede vivir sin dolor entonces no vivamos. Suicidarse no es de egoístas, más bien es más egoísta obligar a una persona a vivir una vida que no pidió vivir. En momentos como este me pregunto desde cuando pienso así. ¿Cuándo se fue todo a la mierda? ¿Desde cuándo soy tan depresiva? Quiero volver a esos días en los que no tenía más preocupación que el colegio. Esa época fue bellísima, lástima que nunca más se volverán a repetir. Tengo ganas de nada, no quiero nada, ni siquiera sé como explicar lo que siento. Quizá ya ni siquiera siento. Lo único que deseo ahora es que mi existencia se borre para siempre, y todo lo relacionado con mi persona. Iré a almorzar fuera, espero que me anime un poco más.
Todo termina menos mal de lo que esperé, salí con gente que quiero, disfruté mucho ese tiempo, comimos algodón de azúcar, casi sacamos un peluche de una maquinita y finalmente llegué a descansar a mi casa. Quizá no todo está perdido, tal vez lo lograré, debo lograrlo. Solo 115 días y todo va a a pasar.