120 días.

Día 12

Asqueroso día. Últimamente me cuesta diferenciar uno del otro porque todo se está convirtiendo en la misma mierda una y otra vez. Yo ya estaba saliendo de esto, yo ya me estaba recuperando, yo ya no pensaba así, maldición, yo no quería volver a esto. No quería. Pero ya sabía que tendría nuevamente días así. No esperaba que fueran tan pronto y tan seguidos unos de otros. Solo soy una estúpida. Una niña estúpida con sueños estúpidos que nunca aprende. Lo que quiero jamás pasará y no puedo darme cuenta de eso. No puedo conectar mi corazón con mi cerebro. No puedo ni siquiera pensar bien. Tengo problemas en mi casa, tengo problemas en el colegio, tengo problemas en mi mente, el único momento en el cual puedo descansar es cuando duermo. ¿Ya ven por qué quiero morir? Muerta estaré mejor que viva, no seré un estorbo, no sentiré dolor, no seré nada y podré descansar eternamente en la tan anhelada paz que necesito. 

Me siento muy tonta. Ella me gusta, y no me dolió el que yo no le gustara. Me dolió el hecho de ser tan tonta de pensar que se fijaría en alguien tan desagradable como yo. Y ni siquiera sabiendo todo lo que sé puedo sacármela de mi pecho. Es un sentimiento tan malditamente absorbente que no te deja en paz. Yo jamás creí lo que decían de que sientes una opresión en el pecho cuando te duele el corazón. Ahora lo sé. Y ella me lo recuerda todos los días. No puedo decirle a la cara todo lo que me sucede, ¿Qué pensaría de mí? Solo soy una niña tonta que no sabe controlar sus sentimientos, que no sabe cuando dejar de llorar, que no sabe cuando es el momento de hacerle un favor al mundo y suicidarse.

Llevo 12 días y no sé hasta donde aguantaré... 108 días y ya todo se calmará dentro de mí. O eso espero.