120 días.

Día 8

Hoy será un buen día, me lo propongo. Hoy debe ser un buen día.

Ha sido un muy buen día, a pesar de la gente desagradable, he aprendido el bello arte de ignorar y he estado mucho mejor desde entonces, incluso tenía ganas de comer, es lindo cuando las cosas salen bien y uno logra ser feliz, aunque sea sólo un día ya es mucho para mí. Cuando uno quiere es cuando menos lo quieren, generalmente, pero eso pasa, y hay que ir acostumbrándose a aquello, cada vez logro superar aún más mis miedos, la gente desagradable se aleja un poco más cada vez. Es lindo decir de nuevo que he tenido un buen día, es una bonita sensación que todo el mundo siempre debería sentir, nadie merece sentirse miserable, siempre habrá una persona que te quiera, que te tenga afecto, y tengo mucha suerte de poder tener gente que me aprecia. Siempre debería pensar así, no sé porqué me viene la tristeza de repente, es como algo imparable que llega y destruye mi alegría. Pero ahora sí, debo ser feliz, por mí, por cierta persona, y por todo el mundo que me aprecia, ellos me quieren ver bien, no muerta, no triste, por ellos haré todo lo que tengo a mi alcance para ser feliz y estar completamente bien. A pesar se que faltan 112 días creo que puedo lograrlo, ser feliz mucho antes de que todo esto acabe definitivamente, si ya lo hice hoy, ¿por qué no hacerlo mañana? Todos merecen ser feliz. Nadie merece estar triste. Creo que todas las personas vienen al mundo por algún motivo y pienso que nadie merece sentirse mal. Espero pensar así todos los días, quizá no ahora, pero en algún  momento sí. No sé lo que me pueda esperar el día de mañana así que pienso disfrutar cada momento de felicidad porque podría ser el último.