Día 4

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Día lento. No me está gustando el día, ya me bajó la tristeza, me da todo igual, no me quiero sentir así. Al principio iba bastante bien, todo risas y buen ánimo, no sé cuando comenzó a decaer. Tristeza de la nada, es lo peor porque no sabes como detenerla, qué hacer para estar bien, nació de la nada y se convirtió en un todo. Ya no sé que hacer, que pensar, estoy triste, no quiero nada. Estoy vacía, estoy rota, no sé si siento. Al parecer lamentablemente sí, ya que tengo ganas de sacar todo lo que siento y tirarlo por un barranco, no quiero sentir, quiero ser una piedra fría y sin sentimientos, así nadie podrá herirme. Tengo ganas de llorar pero me aguanto, no puedo derrumbarme ahora, he pasado tanto tiempo sin llorar que no puedo volverlo a hacer. No quiero comer, ¿por qué me obligan? Estoy demasiado triste como para engordar. No quiero ser gorda, nunca lo he querido ser. Sus actitudes y acciones me siguen doliendo, no es su culpa, no puedo enojarme con ella, la única que tiene la culpa soy yo, yo tengo la culpa de todo lo que me pasa. Si tan solo hubiera sido más amable en el pasado, más alegre, menos pesada, menos estúpida, menos triste, quizá todo sería totalmente diferente, sería mejor. Hoy hablé con cierta persona y ya estoy mucho mejor, se siente bien hacer las cosas bien. Respira, observa, aguanta, sigue. Respira, observa, aguanta, sigue. Así he tenido que actuar durante mucho tiempo, mucho mucho tiempo pero, tranquila, falta poco, no lo parece pero ya haz sobrevivido cuatro días, tú puedes. Has pasado por cientos de días iguales o peores, y, me temo que seguirás viviendo algunos así. Aguanta, por favor aguanta, ¿no ves que solo faltan 116 días?

120 días.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora