No sé qué pensar. Me siento cada vez peor, las personas que quiero están mejor sin mí. Lo único que quiero es que puedan ser felices. Pero conmigo ahí no lo serán. Pienso y pienso y la única salida que veo es irme, en todo sentido, desaparecer de sus vidas como si nunca hubiese estado ahí, quizás eso es lo mejor. Tal vez nunca fue mi destino estar con esas personas tan maravillosas. Quizá mi destino era estar sola, absolutamente sola. Pero soy una cobarde y no pude soportar la idea de no tener a alguien a mi lado.
Tengo miedo. Mucho miedo, esa es la verdad, tengo mi cabeza hecha un caos, no quiero pensar en un futuro si mi presente es una mierda, ¿qué me espera más adelante? ¿serán aún peor las cosas? Tengo miedo de decepcionar a todos los que quiero. Ya me he decepcionado a mí misma demasiadas veces, pero a los demás no, de verdad, a ellas no.
Siento mucho odio, me odio profundamente, no puedo soportarme, soy odiosa, mala persona, ¿quién querría estar cerca mío? Soy una completa inútil que no sirve para nada.
No sé desde cuando pienso así, esta no era yo. Cuando me miro al espejo lo único que veo es a una persona completamente distinta a la que era antes, y, me doy asco.
Quiero volver a lo que solía ser. Yo era feliz, muy muy feliz, no sé desde cuando soy así.
Yo era segura de mí misma, confiaba en la gente, era amable y me convertí en una persona sola, triste y amargada.
Sé que mañana no pensaré así. Sé que me sentiré mejor. Sé que hay una persona que me quiere tanto como yo la quiero y siempre me anima, siempre me ayuda y siempre está ahí. En estos 94 días que quedan debo ser fuerte y soportar el dolor, como siempre lo he hecho.
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120 días.
Rastgele120 días, pienso. Son solo 120 días de sufrimiento. Los últimos 120 días en los que deseo morir. Luego todo estará bien, podré ser feliz luego de esto. Solo intentaré no acabar con mi vida antes que esto termine...