Últimamente no he tenido ganas ni siquiera de escribir. No quiero nada. No quiero dormir, no quiero venir al colegio, no quiero comer, no quiero seguir así, no quiero arreglar las cosas porque no cambiará nada. Han pasado tantas cosas en estos últimos días y estoy cansada de que siempre sea así, la única que queda triste soy yo. Y ni siquiera debería ponerme mal, las cosas no tienen que ser tan malas pero lamentablemente son así y no se puede hacer nada más respecto a eso. En ocho días no he tenido ánimos de escribir, pero hoy es diferente, hoy me di cuenta que las personas no cambian. Siempre seguirán tal y como son y da igual los intentos que hagas porque todos serán en vano. La humanidad ya está perdida, la gente mata, es mentirosa, es hipócrita, y no se interesan en nadie más que en ellos mismos. Obviamente siempre existe la excepción a la regla, hay personas a las que uno aprecia mucho, gente por la cual vale la pena seguir en este mal chiste llamado vida, gente realmente bella. Sé que no les gusta verme mal, no les gusta verme llorar, pero ya es algo inevitable. Ya perdí la cuenta de los días... quizá es el 20... si así es tan solo faltan 100 días para que ya todo acabe de una vez por todas y empiece de nuevo a ser feliz. Aunque creo que incluso lo olvidé, tendré que aprender nuevamente a ser feliz, poder sonreír sin tener ese remordimiento de conciencia de saber que esa sonrisa es falsa, de que realmente no estoy bien.
¿Por qué tengo que tener ese tipo de sentimiento hacia cierta persona? Yo no pedí quererla de esa manera, y ahora simplemente me da vergüenza hasta mirarla a la cara. Si tan solo pudiera arrancarme todo lo que siento todo sería mucho más fácil. Y lo he intentado pero todo fue en vano, porque uno no puede cambiar ni a las personas ni los sentimientos.
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120 días.
Acak120 días, pienso. Son solo 120 días de sufrimiento. Los últimos 120 días en los que deseo morir. Luego todo estará bien, podré ser feliz luego de esto. Solo intentaré no acabar con mi vida antes que esto termine...