120 días.

Día 36

Al final todo saldrá bien, y si no sale bien, es que todavía no es el final.
No es el final para nada. No es el final de mi vida, no es el final para los buenos momentos, no es el final.

Un mal capítulo no significa el fin de una historia, un mal día no significa el fin de tu vida. Incluso si tienes constantes días tristes y malos, hay personas por las que te mantienes aquí. Todos tenemos a alguien que nos acompaña en nuestra soledad, todos tenemos el derecho de ser felices, y todos lo podemos lograr aunque a algunos les cueste más que a otros.
Cada vez que soy cerca de la gente que quiero no deseo morir. Soy muy feliz con ellas.
¿Hace cuánto tiempo que no dormía tranquila? ¿Hace cuánto tiempo que no descansaba?

He perdido la cuenta de todo lo malo. Y así lo prefiero, sin embargo eso no significa olvidar. Todo, lo bueno y lo malo siempre vivirá en mí.

"Por supuesto que te haré daño. Por supuesto que me harás daño. Por supuesto que nos haremos daño el uno al otro. Pero esta es la condición misma de la existencia. Para llegar a ser primavera, significa aceptar el riesgo del invierno. Para llegar a ser presencia, significa aceptar el riesgo de la ausencia" ~Antoine de Saint-Exupéry, El principito.

Este fragmento de la obra titulada "El principito", simplemente me encanta. Me encanta la forma en el que el principito deseaba cuidar a su rosa, me encanta como él hizo única a su rosa. A veces vanidosa, a veces terca, a veces exigente, y a pesar de todo eso, él se hizo responsable de ella, única en el universo.

Voy en el día 36, hacen falta 84 días para que todo acabe, siento que puedo, tan solo necesitaba un poco de tiempo.