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—¡Vete! —gritó a Cinthya.

—De eso nada. El barco se hundirá.

—Ese arpón no va a servirte de nada —estaban cerca ya del barco accidentado, y costaba mantener el rumbo del suyo propio— ¡La corriente te desviará Cinthya y te arrastrará hacia la isla! ¡Cinthya!

La lancha de Cinthya se ladeó y giró sobre si misma. Markus le lanzó una cuerda.

Una gran cola de pez de unos dos metros salió a la superficie que quedaba entre el barco de Markus y la lancha de Cinthya, ambos la miraron perplejos. Sus escamas gris plata reflejaron la luz del sol, mientras se sacudía lentamente en el aire y volvió a sumergirse, salpicando la lancha de Cinthya.

—¡Agárrate Cinthya! —gritó Markus.

La lancha se volcó hacia un lado, pero logró mantenerse a flote de nuevo. A Cinthya no le quedaba otra que tirarse al agua, pero entre ellos había un monstruo marino que volvía a mostrar su grandeza.

La gran cola apareció de nuevo y esta vez chocó con la cuerda que unía el barco de Mark con Cinthya, haciéndola perder el equilibrio y obligándola a caer al agua, justo antes de que la lancha volcara. Cinthya rápidamente se ató la cuerda por la cintura. Mark lamentó no haber matado al animal la noche anterior.

—¡Markus! —le gritó decidida, y él giró el barco a toda velocidad y lo enderezó hacia el otro barco que aguardaba a la deriva.

Tras ellos se oyó un sonido como el de una ola estallar contra una roca, algo similar al salto de un animal marino de gran peso. El agua se movió y la corriente hizo que Cinthya se hundiera unos segundos. Salieron burbujas y sangre roja se mezcló con agua de mar. Markus aminoró la velocidad del barco hasta detenerlo a unos metros de distancia del otro barco. Bajó y tiró de la cuerda, Cinthya salió a la superficie y Mark la ayudó a subir al barco. Sonrió al ver que ella aún sostenía el gran arpón.

—¿Le has dado? —preguntó Mark volviendo a tomar el timón.

—Claro que le he dado. El agua me arrastraba hacia el fondo. Mark, ¡estos son más grandes!

El barco de Mark se tambaleó y ambos cayeron al suelo. Mark se agarró al timón rápidamente para que el barco no cediera a la voluntad del mar. Su mirada se dirigió al otro barco que ya empezada a sumergirse.

El agua formó un remolino alrededor del barco y se oyeron gritos procedentes de su interior pidiendo ayuda. Era un barco de alta gama y de gran tamaño.

Mark intentó acercarse aun más, pero la corriente se lo impedía. Cinthya logró ponerse en pie justo al tiempo que del agua emergieron hasta seis tentáculos que envolvieron al barco. Y lentamente y sin ningún esfuerzo, se fueron sumergiendo arrastrando el barco con ellos, hasta desaparecer en el interior del agua. Notaron como el remolino paró de inmediato, y el barco de Mark volvió a responder a las órdenes de su capitán.

Cazadores de Titanes: La cuarta razaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora