Abrigos y guantes I

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Parte 1

Narra Sofia

— Adam, no tengo idea de lo que...

— Shh —me interrumpió Sofia debes de irte. Debes irte.

— Adam, no quiero que te pase nada. No te lo mereces.

— Sofia, no tengo razones para seguir existiendo, mi hermana no está —«Si está, Adam»— y si me pasa algo, pues, estaré feliz. Encontré un propósito, algo por que luchar. —me miró a los ojos y se puso muy cerca mío, casi compartiendo aliento— Ahora mi propósito eres tú.

Me sonroje de manera olímpica. Mi pulso volvía a ser el mismo, mis sentimientos nacían otra vez. Y todo es gracias a la fortaleza de Adam.
Pero, tengo miedo. Siento que mi equilibrio emocional depende de él y, ¿Si le pasa algo? Yo lo quiero.

— Tienes razón Adam.

Aún seguía con su camisa a cuadros y todo estaba de noche.
Adam me agarró la mano y corrimos por la colina en dirección a la cima.

— ¡Sofia! —gritó en dirección a los edificios.

— ¡Adam! —yo igualé su acto— ¡Que venga lo que tenga que venir!

— ¡Adam! —yo igualé su acto— ¡Que venga lo que tenga que venir!

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Él me miró y me mostró la sonrisa más grande que tuvo.

— ¡Que venga! ¡Estamos listos! —él exclamó después que yo.

— ¡Que venga! ¡No estoy asustada! —grité con todas mis fuerzas— ¡No estoy asustada!

— ¡Que venga! ¡No estoy asustada! —grité con todas mis fuerzas— ¡No estoy asustada!

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Nos miramos y sonreímos.

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Me sentía con la fuerza suficiente de derribar todo lo que podía.
Adam me ayudó a bajar la colina, luego, regresamos a mi casa.

Ya, por fin nos encontramos en la puerta de mi casa.

— Sofia, estoy orgulloso de ti.

— Yo también estoy orgullosa, no puedo creer que aún siga de pie.

Abrí la puerta y entramos. Muchas cintas policíacas invadían mi hogar.

Di un fuerte suspiro y seguí caminando.

Y Me Desnudé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora