Capítulo 13

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Calum suspiró.
—Está en su periodo —diagnosticó.
El teñido se giró a verlo, juntando el entrecejo.
—No.
—A que sí —insistió el moreno—. Tal vez si le lanzamos un tampón se calme.
Michael chasqueó la lengua.
—No seas idiota, por favor —murmuró con antipatía; levantó la lata de refresco y le dio una ligera sacudida, comprobando que ya no había nada en su interior.
Suspiró y, con pesadez, empujó la silla hacia atrás, se puso en pie y se llevó la pequeña lata al cubo de basura más cercano; desde una de las ventanas pudo ver al chico rubio sentado sobre una de las mesas de piedra, rodeado de sus "amigos" y soltando una carcajada.
Puso los ojos en blanco y se llevó las manos a los bolsillos de su pantalón.
Detestaba lo suficiente a Luke Hemmings.

Lucy observó la hora en su teléfono, faltaban menos de ocho minutos para que comenzara la siguiente clase. Se paró en seco y miró a su alrededor, buscando al chico de los ojos azules. Si él no venía a ella, ella iría a él.

—Se está volviendo loca —susurró el castaño.
Él y el teñido habían salido de la cafetería hace no más de tres minutos y habían alcanzado a ver a la pelirroja caminar de un lado a otro, asomándose en dirección a donde se encontraba Luke, quien al parecer no tenía intenciones de levantarse e ir a clases.
—Se está obsesionando —murmuró Michael.
Calum hizo una mueca.
—Podemos esperar a que le pongan una orden de restricción— se burló.
El chico bufó; sentía que estaban siendo muy malos con Lucy.
—Mírala, hasta parece que se va a echar a llorar.
Michael chasqueó la lengua y frunció el ceño.
—Calum, para ya.
—¡¿Qué?! yo estoy muy molesto con ella, ¿acaso no puedo desquitarme un poco? —se cruzó de brazos.
Clifford arrugó la nariz y guardó silencio.
El delgado lo miró furioso.
—¡Oh, carajo Mike! me doy cuenta de que estás enamorado de ella, todos se dan cuenta —explotó agitando los brazos, frustrado.
El de cabello verde tragó saliva y abrió los ojos como platos.
—¿Y eso que tiene que ver?
—No lo sé, pero supérala ya o qué sé yo; ya estoy harto de esto, no estoy hecho para soportar este estúpido drama —volvió a cruzarse de brazos y, luego, se mordió la lengua, enfadado.
Mike lo miró boquiabierto y frunciendo el entrecejo.
—Eres mi mejor amigo y odio verte tan amargado por Lucy —dijo sin mirarlo.
El semblante de Michael se suavizó y jaló a su amigo, pasando su brazo sobre sus hombros y, con el puño, despeinándole el cabello. 

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