Cool Kids

Capítulo 20

La verdad era que el chico no estaba acostumbrado a ningún tipo de rechazo; siempre había logrado obtener lo que quería. Era humilde, claro está; o eso era lo que él siempre había creído. Trataba de ser amigable con todos, pero obviamente prefería comer con los deportistas antes que con Michael, Calum o aquellos chicos frikis que pasaban sus ratos libres jugando Yu-Gi-Oh! e intercambiando cualquier otro tipo de "tarjetitas estúpidas", no era del tipo que disfrutaba de humillar públicamente a los demás, pero le divertía ver a Tucker haciéndole la vida imposible a otros chicos.
Suspiró.
Estaba molesto, en realidad, muy, muy molesto.
Frunció el ceño y sacó sus llaves del bolsillo. Las observó por unos segundos. Iría por una hamburguesa.
Se encaminó al estacionamiento y, en cuanto pudo ver la Suburban negra a unos metros, salió al trote. En pocos segundos se encontraba frente al volante de la camioneta.
Salió rápidamente e intentando hacer el menor contacto visual posible con el guardia; no quería que lo atraparan y lo suspendieran.

Lucy mordió la goma del lápiz.
«—Luke se va a dar cuenta que soy aburrida y nunca va querer invitarme a salir o siquiera volver a hablarme —pensaba estresada—. Debí de haberme ido con él».
Tragó saliva y decidió que lo buscaría, aún tenía tiempo. Se levantó de su asiento, tomó su mochila y se dirigió al profesor.
—Disculpe, tengo problemas femeninos —recalcó esta última palabra— y necesito salir urgentemente e ir al servicio médico, no me siento muy bien.
La chica hizo una mueca y se llevó las manos al vientre para complementar su actuación.
El maestro la escrutó con la mirada.
—Te haré un pase Stewart —suspiró al fin.
La pelirroja sonrió mínimamente y asintió.
Michael y Calum la observaron con el ceño fruncido desde sus asientos.

Lucy se dio una, dos, tres vueltas por toda la escuela, sin poder encontrar a Luke. Se dejó caer bajo un árbol.
Suspiró.
Se quedó ahí varios segundos, hasta que vio pasar al par de chicas tomadas de la mano; Lucy las había visto alguna vez con Luke.
Se levantó e hizo amago de acercarse pero se lo pensó dos veces y, cuando ya estaba a punto de ir con ellas se dio la vuelta.
La castaña y la de cabello corto voltearon a verla al mismo tiempo, como si estuvieran perfectamente sincronizadas.
—Uh, ¿no es la chica con la que se fue Luke?
Ross arrugó la nariz.
—Por supuesto que no.
Su novia ladeó la cabeza y observó a la pelirroja que andaba como perdida; sus miradas se encontraron y Lucy no supo qué hacer.
Marie la saludó con la mano.
La chica del cabello negro la miró y enarcó una ceja.
—¿Qué haces? —murmuró— ni siquiera sabes si de verdad se trata de la chica.
La castaña la retó con la mirada.
—Creo que es la única en toda la escuela que tiene el cabello de ese color.
Ross bufó y se cruzó de brazos.
—Oh, ahí viene —dijo la otra chica, entusiasmada.
La pelinegra suspiró exasperada.
—Eh, hola —murmuró una tímida Lucy.
—Hola —Marie le regaló una cálida sonrisa; su novia guardó silencio.
La pelirrojita tragó saliva.
—Ustedes son amigas de Luke ¿no?
—Tal vez —habló Ross de manera maliciosa. La castaña le lanzó una mirada de advertencia—. Sí.
Lucy asintió.
—¿Lo han visto?
Marie la observó apenada.
—Lo vi irse en su auto hace como diez minutos.
—Se fue rechinando los neumáticos, estaba verdaderamente enfadado.
—Ross —le reprendió la castaña; la chica se encogió de hombros.
Lucy asintió, apesadumbrada.
—Está bien, gracias.
—Cuando quieras —nuevamente Marie le sonrió.
Lucy se dio media vuelta y se fue, pensando en que había sido una tonta y que debió de haberse ido con Luke en el momento en que tuvo la oportunidad.