Jessi al llegar a Seúl nunca pensó que su destino de viajes le traería tantos cambios y sorpresas, estar en el país de sus idols significaba mucho para ella, pero nunca imagino que su vida estuviera a punto de entrar en un laberinto de deseo junto a...
Sus besos por mi cuello descontrolan todo mi ser, una vez que descubrió cual es mi punto débil Ji Yong no para de probar mi aguante en esa área y no tardo nada en cerrar mis ojos dejándome llevar poco a poco.
Siento sus manos deslizarse por mis brazos llegando hasta mis manos entrelazándolas mostrándome lo unidos que nos sentimos... lo unidos que estamos.
Con pasos lentos nos acercamos hasta la cama sin dejar de besarnos, sus hábiles dedos encuentran el cierre en la parte trasera de mi vestido y lo baja lentamente, separo nuestros labios mirándolo de manera intensa, aparto la única manga que tiene mi vestido por mi hombro y lo dejo caer completamente en el suelo.
Ji Yong conecta su mirada con la mía para luego bajarla a mi cuerpo cubierto solo con mi ropa intima de tela suave y transparente que elegí pensando especialmente en esta ocasión. Puedo notar un brillo especial en sus ojos, la chispa del deseo está encendida en él, ver eso hace que me sienta bien conmigo misma, mis inseguridades se esfuman, es como magia, no lo sé.
Dejo que me observe por un momento, moja sus labios con su lengua y lo veo tragar grueso, me da un poco de gracia su reacción tan carnal pero antes de poder abalanzarse contra mí empiezo lentamente a deslizar los tirantes de mi brazier, desabrochándolo dejando expuestos mis pechos frente a él.
Hago lo mismo con mis pantys haciendo que corran por mis piernas para luego dejarlas en el suelo, puedo ver el descontrol en la mirada de Ji Yong, sus manos tiemblan un poco, no sabe qué hacer, se le nota, es como que si tenerme así fuera demasiado para él, con seguridad doy un paso adelante y luego otro hasta que mis senos rozan con su fuerte torso.
Todo su cuerpo se tensa puedo sentirlo, me acerco un poco más y rozo mis labios con los suyos, me aparto y le sonrió lasciva y camino hasta la cama acostándome en ella, hago todo esto sin apartar la vista de él, acostada en la cama parezco una ofrenda para él, lista para ser devorada... y vaya que lo estoy.
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Él parece entender perfectamente de que va la cosa y se empieza a desvestir con rapidez pero sin perder esa elegancia y sincronización que tiene al moverse, cosa que lo hace ver tan seguro y sexy, debo reconocer que eso se lo envidio un poco, tan solo el tratar de quitarme la ropa hace un momento fue toda una proeza en la que trataba con todas mis fuerzas no parecer torpe producto de la inseguridad y el deseo, Ji Yong siempre parece tan seguro, no importa bajo qué situación este, incluso ahora con sus evidentes ganas de entrar en mí se ve en control, no sé cómo lo hace pero me encanta.
Finalmente puedo ver sus tatuajes que le dan ese toque de chico malo que tanto amo, quedan perfectos en él, son el marco perfecto de esa piel suave y blanca que no me canso de tocar, su pecho y abdomen definidos junto con sus piernas bien formadas son un delirio... me encantan sus piernas, son perfectas para mí, recuerdo prácticamente babear frente a la pc cuando lo veía usando shorts , mi atención no se apartaba de sus piernas en ningún momento, no puedo creer que pase de verlo en una pantalla a tenerlo aquí en carne y hueso amándome , entregándome a él.
