- Para el circuito australiano - Anunció - Quiero que pasemos el invierno en Australia. Podrás probar con los campeonatos provinciales y, si va bien, quizás con el abierto de Australia.
Miré a mi entrenador de arriba a abajo tratando de digerir lo que me estaba diciendo.
-¿Vos querés que yo valla a Australia?- Pude tartamudear al rato -¿Y el colegio?
Fierita sonrió lentamente, luego se encogió de hombros pensativo.
-Solo por dos meses, más o menos. No es mucho. Tal vez hasta podamos encontrar un tutor para vos allá.
-¿Pero cuanto dinero costará?- Pregunté -Es decir, el hotel y todo eso por dos meses. Además es un viaje re largo.
-Estuve negociando con una marca de zapatillas de tenis. Es posible que acepten auspiciarte. Será de gran ayuda para cubrir los gastos.
El hombre tenía respuesta para todo. Yo miraba de mamá a papá y otra vez de papá a mamá, sin poder detenerme. Por la expresión de sus rostros era imposible saber que estaban pensando. Quería abrir la boca y anunciar ahora mismo que yo no quería ir.
-Es que yo no me siento prepara- Logré articular con un hilo de voz -Me daría miedo estar sola en un país extraño.
-Nos tendrás a nosotros- Dijo Tito con una sonrisa.
Como si fuera un consuelo. Genial, pensé. Ellos son tan cálidos y amistosos como un cubo de hielo. Cuando pierdo un torneo lo único que se les ocurre decirme es que empiece a concentrarme en el próximo, cuando lo que necesito es en realidad un gran abrazo.
Mi padre se puso de pie. Es un hombre alto que mide más de un metro ochenta, de modo que estaba casi a la altura de Tito.
-Les diré algo señor Catalano y señor Esperanza- Dijo -¿Qué les parece si nos damos esta noche para pensarlo? Luego podremos conversar con calma y ver si esto es de verdad lo mejor para Mica en el momento actual y si nos lo podemos permitir.
-Muy bien- Contestó -Llámenme mañana a primera hora ¿De acuerdo? No tenemos demasiado tiempo si tengo que anotar a Micaela para el primer torneo en Nueva Gales del Sur.
-Los llamo mañana- Aseguró papá.
Luego los acompañó hasta la puerta. Ni mamá ni yo nos movimos, hasta que oímos el golpe de la puerta de la calle al cerrarse y después los pasos de mi padre, que regresaba por el hall. Cuando llego me sonrió.
-Bien Mica ¿Qué te parece? Tengo la impresión de que no queres ir.
-Claro que quiere- Lo interrumpió mamá -Es una oportunidad única. Estaría loca si la dejara pasar.
Sin prestar mayor atención a las palabras de mi madre, papá siguió mirándome. Traté de ordenar los pensamientos, que se me entrecruzaban en una gran confusión, para poder explicarles como me sentía. Estaba segura de que no quería ir. Pero no era solo el hecho de estar unos meses fuera de casa. Siempre supe que llegaría el momento que me tendría que alejar de mi familia. Lo que me asustaba en serio era que había alcanzado el punto donde no había retorno. Ir a Australia implicaba comprometerme a ser una jugadora de tenis.
Era como la vez que Camila me convenció que la acompañara a la montaña rusa gigante del parque de diversiones. Soy el tipo de persona que detesta tener miedo, aunque sea para divertirse. Pero, Cami se las arregló para que lo hiciera. Cuando el coche de la montaña rusa empezó a ascender de una forma dolorosamente lenta, no había nada que yo pudiera hacer más que mirar como los edificios de abajo se volvían cada vez más pequeños. Estaba condenada a pasar ese trance horrible. No volví a subirme a una.
En el living de mi casa ese sábado a la noche. con mis padres mirándome expectante, sabía que si accedía a ir me iba a sentir igual que aquel día en la montaña rusa. El tenis no volvería a ser para mí nada más que un hobby, algo que yo practicaba por entretenimiento fuera de la escuela. Quizás yo lo había tomando con un poco más de seriedad que la mayoría de la gente, pero de ninguna manera era toda mi vida. Igual que Camila, todavía estaba a tiempo de decir que no quería jugar más, que prefería ser astronauta o bibliotecaria o cualquier otra cosa. Pero jugar el circuito australiano cambiaría todo. ¡El circuito australiano era tenis del grande! Y en el momento en que yo comenzara a competir en esos torneos importantes, sería oficialmente jugadora de tenis me gustara o no.
-Es que queda tan lejos. Y tendría que faltar a la escuela. No quiero ser esas deportistas vulgares, sin educación alguna- Mire a mi padre en especial -Y aparte, están ustedes. No me gustaría estar sola por dos meses.
-Por supuesto que te entendemos- Dijo mi madre -Nadie pensaría que vas a ir sola. Pero algo se nos va a ocurrir. Es un gran honor que te lo ofrezcan.
-Lo sé, solamente no estoy segura de estar preparada.
-Cuando acepté mi primer trabajo estaba así de nervioso, pero fue el mejor movimiento que pude hacer, ahí conocí a tu mamá- Dijo comprensivo -Mica no tenemos que decidirlo ahora ¿Porque no lo consultas con la almohada y hablamos mañana?
Asentí, pero de todos modos estaba segura que al día siguiente tampoco tendría ganas de ir.
***
Como disculpas por mi desaparición(? les traje un capítulo super largo.
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Dobles Mixtos
Fiksi PenggemarIgnacio "El niño mimado" Nayar Micaela "La Princesa de Nieve" Viciconte