La foto es de Sam!
Al final del día me regreso sola a casa, ya que Emi se queda al taller de voleibol y Matías se queda al de futbol, si ya lo sé, tengo amigos muy deportistas, se estarán preguntando, Sam ¿y tú que deporte practicas? Bueno, lamento decepcionarlos pero yo por mi parte no soy buena para ningún deporte, y no es porque sea una floja sin causa, o bueno ya, quizás si soy una floja sin causa, pero quiero que quede claro que si traté de unirme a algún taller, es solo que las veces que intenté mi cabeza siempre terminaba siendo el arco de la pelota, o el aro de la pelota, o la malla de la pelota, en fin, siempre terminaba con mi cabeza siendo el objetivo al que hay que achuntarle, y créanme que no es ni tan grande como para que le lleguen todos los pelotazos, pero mágicamente esta se convertía en un imán de esas pelotas del mal.
Al llegar a mi casa, subo al segundo piso, me dirijo hacia mi habitación la cual es mejor conocida como mi "cueva", digamos que mi mamá cree que soy una ermitaña que no sale de su habitación a excepción de comer e ir al baño. Por lo tanto mi querido cuarto quedo con el nombre de "cueva" aunque a mí me gusta mucho mas llamarla mi "Sam-súper-cueva". Cada súper héroe en la historia comenzó en algún lugar escondido a los ojos de la sociedad, este es mi comienzo de salvar vidas si lo vemos de ese lado, pero claro mi mamá no cree que me convierta en una especie de arrow con capa verde por lo que no le gusta que pase mucho tiempo en esta. Siempre tiene la loca idea de que me estoy drogando. Las cosas que piensan los padres de hoy.
Arrojo mi mochila en algún lugar del suelo y me quito los zapatos, luego enciendo mi computador y mientras prende me dirijo a la cocina, el lugar más amado de la casa por supuesto, y abro un mueble con esperanza de encontrar comida.
Mi cara se cae de la tristeza al ver que el mueble esta penosamente vacío, me acerco al refrigerador y también está totalmente abandonado ¿Quién se habrá robado mi comida? Pienso con ganas de llorar y luego recuerdo que es fin de mes y que es por eso que mi cocina pareciera asaltada por ratas hambrientas. No hay mayor decepción, repito, no hay mayor decepción que abrir el refrigerador y encontrarte con que está vacío. De verdad les doy mi más grande pésame a las personas que han vivido este trauma.
Decepcionada regreso a mi habitación y con algo de mi entusiasmo recuperado me envuelvo en el plan que tenía previsto. "Sicopatear" al chico nuevo. La verdad es que tengo algo de curiosidad por saber más de él y como no tengo algo mejor que hacer aparte de mi tarea, no veo por qué no debería. Y seamos honestos, tampoco tengo intención de hacer la tarea.
¿Cómo dijo el profesor que se llamaba? demonios, tengo que tomar más atención cuando ese señor habla.
Tomo mi celular para llamar a Emi y preguntarle cual era el nombre.
–Hola –contesta la voz de mi amiga.
–¡Emi! –chillo–. Oye ¿te acuerdas del nombre del nuevo?
–¡Aja! te atrapé –exclama ella–. Si te gusta –dice en un tono bastante emocionado.
Ni que se hubiera pillado una conexión a internet sin clave.
Podría explicarle a Emi que hay mucha diferencia entre "encontrar lindo" a alguien (como ocurre conmigo en este momento con el nuevo) con que te "guste" alguien. Pero el tiempo y las ganas no las tengo para debatir ahora.
–No, claro que no –niego al instante–, solo me dio un pequeño ataque de curiosidad y lo quiero buscar en Facebook, pero no me acuerdo de su nombre, ¿cómo había dicho el profesor que se llamaba? –le pregunto. Ok sí, no me gusta pero quizás si me atrae un poquito, pero solo un poquito ¿quién no se sentiría atraída a semejante belleza? ¡No soy ciega gente! Pero en fin, no hay forma de que pueda decirle esto a Emi, ella a veces suele ser algo molestosa por si aún no se han dado cuenta.
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¿Quisieras aferrarte a mí?
RomanceEscribí esta historia a los 14 años, por lo tanto sí, está bañada en cliché, salseo y humor. . ¿Te gustan las historias con giros inesperados? Ya sabes, al estilo "sales de tu casa y te encuentras a un delfín disfrazado de Homero Simpson caminando...