Capítulo 4: Que esos ojos no te atrapen.

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El wapeton de la foto es Alex!!

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¡El colegio! ¡Qué mejor lugar para aprender! Es sin duda un privilegio poder sentarme en una de estas comodísimas sillas que no hacen doler para nada mi trasero y escuchar muy atenta y concentradamente a la profesora troncha toro hablar sobre enlaces covalentes ¡ups! ¿Dije troncha toro? Si, la verdad es que sí.

¿Han pensado en que estratégicamente en cada colegio está este profesor que se le nota a kilómetros la amargura? Y para reventar tienen siempre la fachada de la maestra de la pobre pequeña Matilda.

Bueno en mi colegio ese título se lo riñe siempre el profesor de biología con la profesora de química ¿Cuál de los dos es más desgraciadamente amargado? ¿Cuál de los dos tiene que sentarse frente a un espejo para conversar al llegar a casa...? Es un misterio sin solución, totalmente desconocido para el cuerpo estudiantil.

Permanezco los últimos minutos de la clase debatiéndome en cuál de los dos será más amargado. Un pensamiento extremadamente interesante para mi cerebro en estos momentos. Hasta que de un momento a otro me encuentro con todos mis compañeros caminando fuera de la sala, lejos de la troncha toro.

-¿Por qué crees que se comportara así con nosotros? –pregunta Emi con tristeza mientras caminamos por los pasillos hacia el patio del colegio–. ¿Qué le hicimos para que nos llenara de tarea?

–Existir –gruñe Matías a mi lado.

Asiento repetidas veces dándole la razón a Mati.

–Ni si quiera nos dio un indicio de en qué libro debíamos buscar, si no quiere que busquemos nada en internet que por lo menos nos oriente en que libro ocupar ¡somos hijos de la tecnología por dios! –chilla Emi frustrada.

Giro mi cabeza bruscamente hacia ella –¿No podemos buscar en internet? –inquiero con pánico en mi voz.

Matías golpea mi cabeza –Lo dijo muchas veces ¿Cómo no escuchaste?

­­–Estaba... distraída –balbuceo.

Emi rueda los ojos, justo al momento que llegamos al patio y nos sentamos en la típica banca de madera que siempre ocupamos (Bueno los muchachos se sientan en la banca, yo me siento en la mesa de camping que está a un lado de esta)

–¿Cuál es la historia de hoy? –pregunta Emilia con un tono acostumbrado en la voz –¿Trocha toro siendo aplastada por King Kong? ¿troncha toro siendo atacada por un ejército de muertos vivientes? O ¿Troncha Toro con un hechizo traga caracoles?

Niego con la cabeza –Ninguna de las anteriores, solo pensaba en quien es más odioso, si troncha toro o el apestoso.

–Mmm –murmuro Matías–, es difícil decidirse.

–Exacto –concuerdo con él–, yo no pude llegar a una respuesta.

Matías comienza a contar que profesor tiene más contras. Al principio había tratado de compararlos con los pros y los contras de cada uno, pero no encontró ningún pro.

Mi vista se desvía hacia la cancha de futbol un momento y observo por breve instante como juegan, pero luego mi mirada se resbala hacia el otro lado, donde hay 3 árboles grandes.

Estamos en la llamada "zona verde" del colegio, ya saben, mesas y bancas de madera sobre pasto, flores, arbustos y los 3 árboles grandes por supuesto.

Entre las ramas de uno de estos un color distinto capta mi atención. Que yo sepa los arboles no tienen hojas azules ¿verdad?

La voz de Matías suena lejana y mi vista se concentra en esos tonos azules y de apoco van perfilando una forma. Es un alumno, es un alumno sentado en una de las ramas del árbol.

¿Quisieras aferrarte a mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora