Capítulo 10: "10 minutos"

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Amo los Sábados ¿quién no? Bueno probablemente hay gente que va a clases y trabaja los sábados y personalmente lo lamento mucho por esas persona pero ¿qué diablos? estamos hablando de mí ¡y yo amo los sábados!

Hoy desperté con Emi a mi lado y con Matías en un colchón en el suelo. Anoche lo pasamos excelente, siempre que estoy con ellos lo paso así.

Emilia fue la primera en quedarse dormida (como siempre) y Mati le pintó toda la cara (como siempre)

Mi querida amiguita despertó tal cual como se acostó, es increíble que cuando duerme no se mueve nada nadita, es como la bella durmiente, pero yo creo que a esta ni los besos la despiertan, de hecho cuando éramos niñas yo siempre tenía que asegurarme de que seguía respirando porque ¡parecía muerta! Siempre me asustaba porque yo hablaba horas y horas con ella al lado, y la muy maldita siempre se dormía primero, y lo peor de todo es que no se movía, siempre rígida con los dos brazos a los costados como una tabla, juro que si hubiera un terremoto o un tornado la pobre no se daría cuenta ¡Tiene el sueño muy pero muy pesado!

No como Mati, el despertó al revés, sus pies amanecieron en la cabecera sobre los cojines y su cabeza en la parte de abajo, y ni mencionar las sabanas, digamos que estas están esparcidas por todo el piso, no sé cómo dragones le hace para moverse tanto mientras duerme.

Además él es de los que se despierta con cualquier mínimo ruido, anoche me despertó como 3 veces porque escuchaba ruidos raros, y dos de esas veces me hizo bajar la escalera con un secador de pelo en mano mientras él llevaba una lámpara, por si había un ladrón.

¡Ah mis lindos amigos! Son algo rayados pero no podría pedir algo mejor ¡Somos como los 3 mosqueteros!

Escucho el hervidor sonando, y eso es aviso de que mi linda mamá nos está haciendo el desayuno, despierto a Mati y a Emi para que bajen a comer, claro que a Emi me costó mucho más trabajo levantarla.

–Matías antes de que bajes dobla las sabanas y frazadas que esparciste por el suelo y déjalas ordenadas sobre mi cama ¿vale? –le digo mientras me apuro en bajar la escalera, Emi ya despertó y no quiero estar cerca de ella cuando se mire en el espejo.

–Buenos días Mami! ¿Qué hay para comer? –digo alegremente, mi madre me contesta pero no la escucho porque un grito la interrumpe.

–¡Matías Collins! ¡Que te reviento los huevos y te dejo sin hijos!

Se escucha un golpe muy fuerte seguido de semejante rosario.

–¿Le ha pintado la cara de nuevo? –pregunta mi madre.

–Sí –respondo mientras mis pies me llevan de vuelta a mi habitación, se pude desatar la tercera guerra mundial en mi pieza si no detengo a Emi, y no permitiré que se desate en mi cuarto.

Entro y veo a Mati de espaldas tirado en el piso y sobre él veo a una muy furiosa Emi que le jala el cabello.

–¿Te gustó arruinarme el cutis? Pues yo arruinaré tu preciado cabello ¡te lo arrancaré pelo por pelo! –grita mi satánica amiga, y me recuerda a la expresión de Cersei Lannister cuando el muy puto de joffrey muere.

Levanto los brazos –A ver, vamos a calmarnos...

Nadie me escucha y los gritos siguen, por lo que me lanzo sobre Emilia –¡Emi para!

–¡Déjame Evans, que tú eres cómplice! –grita mientras logro que suelte a Mati, lo cual creo que fue una muy pero muy mala idea ¡oh señor sálvame de la amiga poseída que tengo que tratará de dejarme calva!

–¡Evans tu pagarás por defenderlo a él, que clase de amiga eres! –Emi se abalanza sobre mí pero Mati la carga de la cintura y la tira sobre la cama.

¿Quisieras aferrarte a mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora