Una enorme sonrisa se adueña de mi rostro al ver a Jerry de pie sano y salvo justo en el momento más necesitado. Esa si es manera de hacer una entrada.
Ahora sí que podrán acabar la misión con éxito. Dos cabezas son siempre mejor que una.
Jerry llega hasta el punto de la riña casi al mismo tiempo que los otros tres hombres. La muchacha suelta a Alex y vuelve a retomar su postura sorprendida al ver a Jerry.
Alex no se le queda por detrás cuando se trata de expresiones atónitas, la sonrisa que formo su cara al ver a Jerry es impagable. Una genuina y real muestra de gratitud atravesó su rostro por una milésima de segundos para luego volver a poner su impenetrable expresión de "estoy salvando al mundo".
Intercambian un par de palabras, imagino que de saludo y agradecimiento mientras se encargan de los 3 personajes que para su mala suerte escogieron ese camino. Mala idea de pasaje amigos. Muy mala.
Alex y Jerry no demoran en aniquilar a los 3 personajes mientras la muchacha solo los observa.
Esa chica de veras me intriga ¿Qué pretende?
Los muchachos se posicionan en frente de ella y comienzan a hablar. De verdad que añoraría poder escuchar lo que dicen, mi sangre metiche quiere saber.
Veo a mi alrededor y satisfactoriamente me encuentro con unos auriculares arrojados en el suelo, debieron de haberse caído cuando Alex atacó al pobre Walamby. Me los coloco y dirijo el mouse con unos clics por aquí y por allá hasta lograr activar el audio en la mini pantallita.
–Acabala tú –escucho como dice la voz de Alex.
–No hombre, yo no me atrevo a tocarla, acabala tú –dice Jerry.
–Yo tampoco, hazlo tú.
¡Dios! ¡No pueden estar peleando por esto ahora!
–Veo que todavía me tienen miedo –dice la rubia muchacha con voz atrevida.
–Nos aterras –clama Jerry.
–Oh por favor –repone ella y luego con la velocidad y habilidad que al parecer la caracteriza se acerca y golpea fuerte en la entrepierna a Jerry.
Auch
–¡Cuántas veces te he dicho que no me gusta que me vean como a una niñita Jerry! –le grita mientras Jerry cae al suelo retorciéndose del dolor.
La chica que me ha dejado más que claro que comparte pasado con los chicos, se acerca con un salto a Alex y este la esquiva.
–Cálmate –le dice este levantando sus brazos.
Pero la flexible chica logra darle una patada con una de sus flexibles piernas, dándole justo en el estomago y dejándolo sin aire.
Alex se agacha del dolor y la chica aprovecha esto para tirarlo al suelo.
Están siendo vencidos por una chica y tengo que admitir que ella de verdad tiene estilo. Sino fuera porque le está dando una paliza a mis amigos la convertiría en mi amiga.
La muchacha está lista para darle otra patada a Alex en el suelo pero Jerry la detiene cargándola por detrás.
–Bájame en este mismo instante –chilla ella retorciéndose.
–Cariño, ambos sabemos que no quieres que haga eso –responde mientras trata de controlar a la chica.
–¡Bájame!
–No hasta que te quedes tranquila Gissel –demanda Jerry.
¿Gissel?
–Si no sacas tus asquerosas manos de mi persona juro que te mando al hospital.
Alex solo se mantiene de pie observando cómo Jerry trata de controlarla.
–¿En qué celda tienen a las esposa del empresario Evans, Gissel –le cuestiona Jerry.
Ella se calma un poco –¿Por qué tendría que decírselos? –pregunta con enojo.
–Porque se supone que eres nuestra amiga –responde Alex.
–Y lo seguiría siendo si ustedes no fueran unos de los más buscados por traición, ustedes más que nadie saben que es mi trabajo darle prioridad a la agencia.
–Oh por favor –le espeta Jerry– ¿Cuándo te volviste tan aplicada?
–Gissel tú sabes que ya no es como antes –le recuerda Alex.
Ella se retuerce una vez más y Jerry la suelta.
–Lo sé, Alex –acepta arreglándose la ropa mientras suspira–, y también sé que es mejor que yo los escolte hacia la salida, les estoy dando la oportunidad de escapar, no sean tontos.
Verlos desde esta pantalla me hace sentir en el cine. Necesito nachos.
–No tiene porque ser así –dice Jerry–. Ven con nosotros, como en los viejos tiempos.
Ella niega con la cabeza –Lo lamento, pero yo no quiero a toda una agencia buscándome.
–Gissel por favor –insiste Alex–. Crecimos juntos no puedes estar comportándote como una total decepción ahora.
–¿Disculpa? –ladra ella cruzándose de brazos– ¡Te estoy dando una oportunidad de escape y tú me tratas de decepción! Ustedes no saben lo furioso que está el estúpido hombre que tenemos por jefe, y eso es arriesgarme a que a mí también me tengan en la lista negra. Las cosas han cambiado mucho desde que ustedes abandonaron todo, la estúpida seguridad aumentó, y el imbécil de dictador que se hace llamar "lo mejor que le ha ocurrido a esta agencia" se inventó un montón de códigos de lo más estúpidos.
Escucho atentamente a cada una de las cosas que dicen y en verdad siento como si estuviera viendo la pelea de una familia en la cena.
–Gissel se nos acaba el tiempo, esta es tu última oportunidad ¿vas a ayudarnos si o no? –pregunta Jerry dirigiendo toda su atención hacia ella–.Y antes de que contestes recuerda ese paseo por la nieve.
¿La nieve?
Ella se muerde el labio –¿Por qué tienes que sacar siempre el tema de la nieve? –le reprocha ella.
–Sé que es tu debilidad –contesta Jerry mientras se acerca seductoramente–, nuestra debilidad.
–No te me acerques –dice ella dándole otra certera patada en la entre pierna.
Esta chica me cae bien.
Luego cierra sus ojos y medita mientras Jerry se retuerce en el suelo una vez más.
–¡Ahh! –grita irritada–. Está bien los ayudaré.
–Genial –pronuncia Jerry casi sin aire–, pero quiero ser padre algún día ¿Sabes?
Una puerta cerrándose a mi espalda hace que me sobresalte y de paso suelte un grito. Siento como de un momento a otro alguien forzosamente me sostiene la cabeza mientras otro sella mi boca con cinta adhesiva. Desesperada me retuerzo lo que más puedo, esto está mal, muy mal, debí haber prestado atención a la pantallita de esta sala de emergencia, rayos ahora entiendo al pobre walamby.
Uno de mis dos atacantes coloca una capucha negra sobre mi cabeza y todo se torna negro. No me canso de tratar de escapar aunque no tenga ninguna salida, mientras más difícil les haga el trabajo de tenerme, mejor.
–No gastes energías innecesarias –expresa una voz lejana y aburrida a mi espalda.
Conmocionada abro mis ojos, los abro de tal manera que bien podrían asemejarse a enormes pelotas de beisbol. Esa voz... esa voz es de...
No, no puede ser ¿Qué tendría que ver él con todo esto? No, debe de ser la capucha. No puede ser él.
Suelta una risa despectiva –Ya nadie podrá salvarte de esta.
¡Santo dragón!
Definitivamente es su voz...
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¿Quisieras aferrarte a mí?
RomanceEscribí esta historia a los 14 años, por lo tanto sí, está bañada en cliché, salseo y humor. . ¿Te gustan las historias con giros inesperados? Ya sabes, al estilo "sales de tu casa y te encuentras a un delfín disfrazado de Homero Simpson caminando...