¿Quisieras aferrarte a mí?

Capítulo 34: Te quiero junto a mí

–¡Nooo! –grito con todo el aire que pudieran albergar mis pulmones.

La pistola no dispara y la mirada de mi padre quien se presiona el brazo se dirige hacia el hombre que tiene que disparar –¿Qué esperas? –escupe– ¡Dispara!

¿Mi padre quiere que le disparen a... Alex?

Mi mirada vuelve con terror hacia la escena y el tirador está listo para disparar. Lo observo, lo escudriño mientras amenaza a una de las personas que más quiero con la punta de la pistola, nunca había deseado tanto que una persona no cometa una acción.

Mi cuerpo tenso y duro aguanta la respiración, siento que me oprimen el pecho, y duele, duele mucho, mi estómago se retuerce y siento que una masa vacía y de pura agonía se desliza a través de él golpeando todo a su paso.

No quiero estar aquí, quiero un escenario diferente, quiero que todo salga bien...

Me encuentro con su mirada por última vez, sus ojos se enfocan en los míos y ese tono azul en huracán me transmite calor, refugio, confianza, amor...

*~*~*~*~*

No imagino cómo sería mi vida si algo le sucede. Él se ha convertido en un pilar tan fuerte que el hecho de perderlo hace que pierda la cordura. Esto no es simple cariño, es más que eso, mucho más que eso.

Lo observo a través de la capa de lágrimas que nublan mis ojos. Y el dolor inigualable que siento en este momento, el miedo que cala mis huesos, y la desesperación, hacen que despierte a una realidad que había estado obviando. Yo amo a Alex.

Quiero tenerlo siempre junto a mí, quiero despertar en la mañana y tenerlo a mi lado, quiero acurrucarme con él y ver películas por las noches, quiero pasear por la playa junto a él, quiero dormirme junto a él, solo quiero estar con él, quiero contarle todos mis tormentos y miedos y quiero que él me revele los suyos, quiero amarlo, y demostrarle cuanto lo amo...

Mi mente inevitablemente se inunda en el deseo de permanecer en este momento, que este momento dure para siempre, y que nuestros ojos perfectamente conectados siempre puedan encontrase el uno con el otro, que la línea invisible que nos encierra lo haga nuevamente y nos mantenga así, perpetuos en una eternidad que solo nosotros conocemos.

Mis ojos se me escuecen y lamentablemente sucede lo inevitable, un fuerte estruendo me despierta dierecto a la pesadilla y me lleva al triste e impotente presente.

Desesperante se dirige hacia Alex...

*~*~*~*~*

Mi vista se nubla y él se atraviesa como una ráfaga de luz, pasa tan rápido que no podría describir el momento exacto en el que se cruza delante de Alex para recibir él, el perfecto y certero disparo que le llegó justo al pecho...

¿Han visto esas escenas en las películas en las que todo se reproduce sin audio y en cámara lenta? ¿En la que al parecer se les nublan todos los sentidos a los personajes excepto el de la visión? ¿Y pueden percibir todo, pero a la vez es demasiado duro que el cuerpo mismo anule ciertos sentidos?

La sensación es horrible, quieres que lo que ocurrió no suceda y que toda la realidad sea una fea pesadilla, de las que te levantas por las noches agradecida de que no haya sido más que un sueño.

Es curioso, es curioso el como tu mente se concentra solo en ese hecho atroz y reprime cualquier otra distracción o sentimiento que no sea una agonía obscura o ira descontrolada.

A veces de verdad me gustaría retroceder el tiempo y cambiar los hechos, o detener el tiempo y evitar que algo suceda. El tiempo... desgraciado creador de desgracias.