Muñeca Rota

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Al pasar la barca le dijo el barquero, las niñas bonitas no pagan dinero.
En mitad del lago la barca se detuvo, resguardados por la niebla el barquero acarició el cabello de la niña bonita y bajo el sauce que lloraba el besó su mejilla.
Era una hermosa muñeca, su vestido azul adornaba su cuerpo aún sin desarrollar, para el barquero ella era perfecta.
Mientras la niebla avanzaba las nubes también lo hicieron y sus lágrimas se perdieron entre la lluvia.
Las aguas del lago comenzaron a moverse junto con el barquero sobre el cuerpo de la hermosa muñeca.
Con su vestido desgarrado, su cabello enredado y su piel dejo de tener ese tono blanquecino propio de la porcelana.
La preciada muñeca del barquero estaba rota y su inocencia se había perdido en la barca. Dejó a su muñeca bajo el sauce que jamás dejara de llorar, la dejó allí con el resto de sus muñecas rotas.

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