No apartes la mirada y siguela, adelante no te verá entre tanta gente.
¿No crees que va muy arreglada cuando se iba a quedar en casa? ¿Esa falda no es tuya? A mi me suena que si.
Acelera un poco el paso, vamos. No empujes, eso es pasa entre la gente. Lo estas haciendo muy bien.
Siente el tacto metálico del cuchillo que llevas en el bolsillo, esta caliente, pide sangre.
Ya estas cerca solo un poco más, ¡Agarra su hombro! Usa ese callejón.
-¡Sueltame! -Cree que puede darte órdenes.
Tirala con fuerza, oh mira como se acobarda al ver el cuchillo.
-Eras mi amiga -No llores, por favor, me das mucha pena.
-No te conozco de nada- Y ahora intenta engañarnos, mira como mienta, observa lo falsa que es.
¡Acuchillala! Basta de mentiras, basta de falsas palabras, basta de tanta falsedad.
Siente como se hunde el cuchillo, su cálida sangre mancha sus delicadas ropas, siente como desgarras su piel. Pon presión, vamos hazlo más rápido y basta, ha dejado de patalear.
Ahora que me fijo, puede que nos hayamos equivocado.
Se está haciendo tarde, vámonos antes de que alguien nos vea, ya buscaremos a nuestra amiga en otro momento.
