Amor A La Vida

Capitulo 33

Lance

- Bien, perfecto Lance. Te escucho. – dice Alexander y tras dar un respiro, le empiezo a contar todo desde el principio, desde mis primeras sospechas, hasta lo último que acababa de pasar, sin omitir detalles.

Bueno, en realidad, preferí omitir ese momento en el tejado de la universidad que pasé con él, pero después, le conté todo. El trato que habíamos hecho con Arthur, varias verdades, entre ellas, la confirmación de que fue Oliver quien hizo lo del supuesto accidente que lo dejo, por un buen tiempo, sin su brazo derecho a Alexander.

En fin, le conté toda la verdad que conocía, las cosas que pasé, todo lo que sabía (bueno, no todo) de Arthur y sus pensamientos, no precisamente, pero si lo que pensaba de ciertos temas.

Alexander se quedaba mirándome, muy atento a todo el relato que le digo. Y algunas veces, mostro su cara de preocupación, en otras caras de sorpresa y algunas veces pude ver que cerraba su puño.

Estoy seguro que se habrá sentido súper enojado y molesto por lo que pase. Pero bueno, por fin, termino de contar todo lo que paso y lo que sabía y Alexander da un enorme suspiro.

- Wow, no puedo creer que hayas llegado a un extremo tan grande como ese. – me responde, de primera.

- Pues sí, lo hice. Simplemente quería ayudar. – le contesto. Aun siento que el rostro me duele y que estoy un poco mareado por la cantidad de golpes. Pero estoy bien, bueno, maso menos.

- Por Dios, Lance. Lo que hiciste fue muy arriesgado, corrías mucho peligro. Era demasiado peligroso y lo sabes. Ya ves lo que paso. Mírate. Estas muy herido y muy lastimado. – me recrimina.

- Si, lo sé, pero por algo que no hice. Yo no le dije nada a nadie de todo esto, que no sea Dylan y Tyson. Y es imposible que ellos se lo hayan dicho a Arthur. Y lo sabes. – le respondo, tranquilo.

- Ahí si tienes razón. Entonces, alguien más, de alguna forma, se enteró de esto y se lo dijo a Arthur y le mintió todo. – contesta Alexander.

- Sin duda. Pero, ¿Quién? Y lo principal, ¿Cómo carajo se enteró de esto? Juro que no abrí la boca a nadie. – le contesto.

- Bueno, eso si te lo creo muy bien. Tu hiciste ese trato con él y cumpliste con él, siempre. Además, tu serías capaz de hacer eso, sabiendo las consecuencias. – quedamos un rato en silencio y me vuelve a hablar. – No me contaste lo que te paso... cuando eras más joven. De porque esto no fue casi nada comparando lo que te hicieron.

- Ah sí, eso. Bueno, como te dije, de joven, maso menos, a partir de los 12, hasta los 18, mi padrastro y hermanastro me hicieron... eso. – doy un suspiro. - Mi mamá había fallecido cuando tenía casi 12, por una enfermedad que no le habían detectado antes y cuando por fin la vieron, ya era demasiado tarde. Mi mamá no tardo en fallecer y quede bajo el "cuidado" del hombre que se casó con ella, que tenía un hijo de un matrimonio anterior. – vuelvo a suspirar y dejo de mirar a Alexander. - Jamás me había agradado ese hombre, en absoluto. Pero en ningún momento me atreví a decirle a mi mamá la verdad, parecía feliz, por lo que no dije nada. En cuanto murió, el hombre empezó a maltratarme y ese año, me saco de mi colegio, donde había estudiado primaria e iba a comenzar la secundaria ahí. Él no dejo de maltratarme, golpearme, burlarse de mí, al igual que su hijo. De tal palo, tal astilla. – lo veo a Alexander y veo una mirada muy triste. Sigo. - Fue un auténtico infierno. Tenía que vivir alejado de todos, sin tener amigos, porque me exigieron que así fuera, para que nadie viera ni supiera lo que me estaba pasando y lo que estaba sufriendo. Varias veces me dejaron demasiado herido y lastimado. Hubo días en los que no podía curar mis heridas, no me dejaban y tenía que pasar los días con dolor en los brazos, las piernas y varios lugares más. Es por eso que salí así, así de cobarde, de miedoso, tímido. Al menos así lo siento yo. Realmente me aterra y me da... cosa, contar todo esto. Por qué fue lo peor que cualquier persona podría vivir. Un maltrato físico y psicológico diario, por 6 años. Era algo sumamente horrible, no sabía qué hacer. Estaba muy mal y desesperado.