Arthur
El domingo, previo al primer día de clases, lo llame a Lance, pidiéndole que venga a mi habitación. Necesitaba si o si charlar con él sobre lo que paso entre nosotros y todo lo que haremos con respecto a ese arriesgado plan.
Finalmente, ya a la tarde, Lance viene a mi cuarto y se sienta a mi lado, en mi cama.
- Hola Arthur. – me saluda, con una sonrisa.
- Hola Lance. – le saludo igual y sonrió. – Oye, necesitamos hablar.
- Si, lo sé. Tenemos que arreglar como haremos todo lo de Oliver y eso de que sigas molestándome, fingiendo y...
- Espera Lance. Sí, eso también necesitamos hablar. Pero quería hablar contigo de ese plan, porque, sobre todos, los dos estamos arriesgando demasiado y lo sabes. – le digo mirándolo.
- Si, lo se Arthur. Lo sé. Pero créeme, todo saldrá bien. Lo haremos muy bien. Te lo aseguro. – me dice, tranquilo.
- Mira, escúchame. – le digo y tomo sus manos. – Prometí no lastimarte más. Créeme, me sentí una basura, la peor mierda por haberte hecho y para peor, haberte dado esa paliza. Eso fue desalmado. Y no quiero lastimarte más. En serio.
- Arthur, lo sé. – me dice, alejando sus manos de las mías, pero posándolas en mis hombros. – Claro que lo sé. Y lo entiendo. Y como te dije ayer, no me lastimarás. Sé que no lo harás. Eres muy bueno, pero también créeme cuando digo que esto es algo que debemos hacer. Tenemos que detener a Oliver antes que haga algo fatal. Y todos sabemos que él es capaz de eso.
- Si, lo se Lance. Lo entiendo. Pero tengo... miedo. – le digo, agachando la cabeza.
- ¿Miedo a que? – me pregunta, preocupado por su tono de voz.
- No solo a que ese maldito nos descubra, sino que te lastime. Que él te lastime o yo me pase y peor, yo te vuelva a lastimar. – le digo, aun agachado la cabeza.
- Hey. – agacha la mirada, mirándome. - ¿Recuerdas que, en primaria, hacían actos por los días festivos y todo eso?
- Si, algo sí. – le respondo, algo confundido.
- Recuerdo que varias veces actuaste y lo hiciste muy bien. Siempre te metías en el personaje y era súper genial jeje. – me dice, alegre. Lo miro.
- Esto no es lo mismo, Lance. – le respondo, sincero.
- Por supuesto que no, pero tienes experiencia, aunque sea poca y hace tiempo, de fingir ser otra persona. Lo harás bien. – me da palmadas. – Además, lo de los golpes no te preocupes. Me aguante tus golpes desde hace meses en mis brazos y aunque duelen, siempre pasan. Pero sé que no te pasarás. Confió en ti.
- Dios Lance. Esto es un terrible desastre. ¿Y si fallamos y nos descubre? – le digo mirándolo.
- No seas pesimista. Dylan creyó lo mismo de mi cuando le dije que haría ese trato contigo y ahora míranos. Las cosas cambiaron demasiado en lo que somos. – me mira también. – Si tu temor es que esa persona que eras vuelva, entonces quédate tranquilo. Porque ya no eres ese Arthur. Ya no eres esa versión de ti ni tampoco el niño inocente que conocí cuando era pequeño. Eres Arthur. Y esto es lo que eres. Una persona nueva, distinta, transparente. Y juntos, tú, yo y los demás, vamos a sacarle la máscara a Oliver y Liam y haremos justicia. No venganza. Justicia.
No sé qué en momento ni sé que me impulso tampoco, pero al siguiente momento, mis labios ya estaban unidos a los suyos y nuevamente, sentía el sabor a sus labios.
Hubo un momento de sorpresa en él, pero esta vez, no hubo empujón ni nos alejamos. Él simplemente se relajó y dejo pasar el beso.
No soy un experto besando y por supuesto, Lance tampoco, pero el beso se sintió lento, suave y dulce, como morder algodón de azúcar.
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Amor A La Vida
Teen FictionAlexander no tuvo una infancia fácil. A una edad muy joven, su madre fallece en un accidente de auto que él sobrevivió y su padre, una estrella de rock, lo abandona en un orfanato, quedando solo ahí. Luego, todo mejoraría, ya que una familia lo ado...